En el duodécimo día de las masivas protestas callejeras que reclaman la renuncia del mandatario tras 30 años en el poder, el presidente egipcio dejó el Partido Nacional Democrático luego de la dimisión de toda la cúpula, entre ellas la de su hijo y posible sucesor. Sin embargo, la decisión no calmó los ánimos y numerosas personas se siguen acercando a la plaza de la Liberación para manifestarse contra el régimen
El presidente egipcio, Hosni Mubarak, renunció hoy a la presidencia de su partido, en el duodécimo día de las masivas protestas callejeras que reclaman su renuncia tras 30 años en el poder, informó la prensa árabe.
La decisión del mandatario se dio luego de la dimisión de toda la cúpula del Partido Nacional Democrático, entre ellas la de su hijo y posible sucesor, Gamal Mubarak, indicó la cadena de noticias qatarí Al Arabiya.
Sin embargo, la decisión no calmó los ánimos y numerosas personas se siguen acercando a la plaza de la Liberación, en Egipto, para manifestarse contra el régimen de Mubarak y llevan pan, zumos y provisiones para los que están acampados en la plaza.
Se percibe una mayor calma que en los últimos días; los militares desbloquearon los accesos entorno a la Plaza Tahrir, escenario en los últimos días de graves peleas, y la mayoría de restaurantes y comercios de la zona han abierto sus puertas.
Por otro lado, los gobiernos de Estados Unidos y Alemania repitieron sus deseos para que Egipto inicie la transición. "Puede ser caótico y puede causar inestabilidad en el corto plazo. Peor aún -y ya lo hemos vivido antes-, la transición puede llevar simplemente a otro régimen autoritario", dijo la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton.
"Sería equivocado convocar rápidamente a elecciones como comienzo del proceso de democratización", opinó Angela Merkel, jefa de Gobierno alemana. "No puedo más que aconsejarlos de manera imperiosa que escuchemos también a la gente que por primera vez puede expresar su opinión", destacó.
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