Yo no entiendo al compañero Miguel

Raimundo Tirado
Raimundo Tirado

Por: Raimundo Tirado


Todavía no acabo de entender la actitud del compañero Miguel Vargas frente a los resultados de la Convención Interna del PRD que eligió al compañero Hipólito Mejía Candidato Presidencial del Partido Revolucionario Dominicano.


Y digo que no entiendo por las siguientes razones:


Primero, Miguel Vargas, según sus propias declaraciones y publicaciones aparecidas en los medios de comunicación, tiene el dominio de una franca mayoría de la dirigencia del PRD: Presidentes y directivos de Comités Municipales y Zonales, Directivos de los Frentes de Masas y los principales organismos nacionales;  de la mayoría de diputados, y de casi todos los síndicos y regidores. En resumen, el dominio absoluto de la maquinaria perredeísta. ¿Cómo ahora, él puede justificar que con esa maquinaria actuando a su favor, otros tuvieron la inteligencia de pasarle por arriba y salirse con las suyas?

 

Segundo, Miguel Vargas, con su equipo, se cansó de repetir que sus seguidores no iban a permitir que los peledeístas votaran en la Convención del PRD. Pero ahora resulta que, según él, más de 200 mil peledeístas pudieron votar, sin que la maquinaria bajo su dominio hiciera ningún esfuerzo para impedirlo. Y que conste, que en algunos lugares, la prensa reseñó que algunos peledeístas reconocidos quisieron votar y se lo impidieron.

 

 Tercero,en aquellos casos dudosos sobre la militancia del votante, se tomó la decisión de que votaran observados, pero se sabe que la cantidad de votos observados ni remotamente se acerca a la cifra de 200 mil. Y se conoce que donde se alegó la dudosa militancia se produjo el voto observado. Y cabe la pregunta ¿Qué pasó con los delegados de Miguel en la mayoría de las mesas, que no objetaron a los denominados “peledeístas”. Porque ahí era donde correspondía la oposición al voto libre, dando lugar al voto observado.

 

Cuarto,recordamos que cuando Leonel Fernández le ganó a Hipólito las elecciones del año 2004, éste último, siendo Presidente de la República, se apresuró de inmediato a reconocer el triunfo del candidato opositor. Y es que no había manera de que Hipólito pudiera justificar que con todo el poder oficial a su favor, un Candidato opositor le hiciera trampa, porque se iba a convertir en el hazme reír del pueblo.


Ahora a Miguel le va a resultar muy difícil poder justificar que él con todo el poder de la maquinaria del PRD a su favor, graciosamente se dejara engañar del candidato Hipólito Mejía. Y me causa mucha pena, que la gente de la calle cuestione duramente ese comportamiento.  Ojalá Miguel Vargas ordene una encuesta recabando la opinión del país sobre su actual comportamiento, para que él vea cómo su imagen se va deteriorando rápidamente por esa causa.


Siempre he sido un abanderado de la unidad del Partido Revolucionario Dominicano. He actuado siempre dentro de la línea institucional del Partido. Ahora, de todo corazón le pido al compañero Miguel que se serene, que con respeto solicite una revisión de sus alegatos, pero alejado de la prepotencia y del desconocimiento de la voluntad de miles de perredeístas que ejercimos el derecho de votar.


Le pido al compañero Miguel que no eche a rodar su bien ganado liderazgo, que sepa que  él es todavía un hombre joven, con un gran porvenir político. Lo ideal sería que tanto Miguel, como Hipólito, a quienes les unen lazos familiares y de amistad, se acerquen, discutan, armonicen y lleguen a acuerdos honorables, para que la participación de Miguel y de sus seguidores, sea sustancial en un próximo gobierno perredeísta, conociendo que solo unido el PRD desalojará del poder al PLD, a quien debemos considerar como el enemigo principal.

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