FIDEL, CAPERUCITA ROJA, EL CHAVO DEL OCHO, CANTIFLAS, Y OTROS CUENTOS

Por Dr.José D. Batista    

 

Es un experto en asuntos de planificación estratégica, cambio cultural, desarrollo humano y de negocios, consejero político sobre nuevos modelos de acción social y liderazgo, así como, para presidentes y juntas de directores de grandes corporaciones en Europa, Estados Unidos y Latinoamérica.

 

Tuvimos, en la iglesia que me crié (Templo Bíblico) en la capital de Santo Domingo, un grupo de jóvenes maravillosos, Braulio Portes, Alfonso Lockward, Ing. Rafael Contreras, Guido Félix (periodista y escritor recientemente fallecido), el Dr. Elías Santana, Rafael Ignacio Santiago( periodista), Miguel Matos (periodista), Julio Rodríguez (periodista), Juan Quezada (periodista, ya fenecido), Roberto Santo ( Misionero), Miguel Castillo, Pastor, Rafael Ramírez (chachán),  en fin una lista interminable de jóvenes con grandes ambiciones sanas que a la larga de sus vidas fueron triunfadores.

 

Recuerdo vívidamente, el día en que Roberto Santos, Alejandro Paniagua y yo, analizábamos el suceso reciente de la victoria de Fidel Castro al triunfar la revolución cubana. Paniagua y un servidor, nos dispusimos a hacer un análisis profético de lo que sería el devenir de Fidel, y enviamos los artículos al periódico el Caribe, en Santo Domingo. Por suerte, el mío fue aceptado y publicado; digo suerte, porque luego Alejandro descollaría como periodista, columnista, y director más tarde Director del Periódico el Siglo. Mi artículo se titulaba “No podrán decir como decíamos ayer”. Expresé el derrotero incierto en que terminaría la revolución cubana, que si bien fue producto de un momento histórico que demandaba justicia al pueblo cubano, no es menos cierto que la revolución quedo atrapada en una base ideológica que iría perdiendo su eficacia. Así fue.

 

Hoy, me quito el sombrero ante Raul y Fidel, quienes interpretando el contexto del mundo actual, y teniendo de frente la realidad de los pueblos árabes, invierta el cuento de caperucita de que ahí viene el lobo. Pues Fidel se levantó como un defensor, del que entonces la juventud comunista describía como un lobo: Los Estados Unidos y el capitalismo neoliberal.  En el cuento actual de la Caperucita, se dice que ahora la caperucita es la “Señora del Lobo Feroz”. De igual modo, Fidel y Raúl se acaban de comprometer en un enamoramiento tibio, pero seguro con la corriente neoliberal coqueteando con Estados Unidos.

 

Digo que me quito el sombrero, además, porque “mono viejo no aprende musaraña nueva”, y sea por la presión del contexto o no, es mejor que digan “aquí corrió, que aquí murió. Y Fidel da una lesión más sabia a la historia que la de Gadafi.

 

Por otro lado, el único héroe que no ha logrado ayudar a su defendido de los ataques de los enemigos, es el Chavo del Ocho, y qué mente la nuestra, nos hicieron en la niñez adorar al único héroe fracasado: El Chavo del 8. Me imagino la frustración escondida, que convertida en deseo de una salida tendrían en la última convención del Partido Comunista lo que puede representar además del Chavo, la rendición de Granada.

 

Pero de todos modos, me quito el sombrero por la inteligencia demostrada ante el contexto histórico. Como la historia la escribe el que gana, y jamás se podrá escribir una historia acertada en el tiempo en que ocurre, pues es tan solo reportaje, y apreciación del acontecimiento, todavía está por ver, no si Fidel, sino la idea central del debate de la Humanidad  de si los valores eternos del hombre Dignidad,  la integridad y la libertad, expresados en normativas social en los derechos del hombre como Derecho a la Vida, Derecho a la Propiedad, y Derecho a la Libertad, tendrán respuesta en un contexto neo liberal, que no pudieron ser expresados en dictaduras,  comunismo, socialismo, y capitalismo. Porque al final de la Jornada tendremos que resucitar al profeta Cantinflas para que diga “No me defienda compadre”.

 

 

Escribir comentario

Comentarios: 0