Por Eury Solano Quiñones
Nuestra sociedad debe estar preparada para que de una vez por todas, en la próxima contienda de mayo del año 2012, cambiemos este gobierno que nos agobia: un gobierno indolente que se caracteriza por ser irresponsable, por no buscarle soluciones a los principales problemas que nos abruman, como son la inseguridad ciudadana, la baja calidad de la educación, el desempleo, la pobreza, la carencia de energía eléctrica, el alto costo de la vida, la salud, la corrupcion...
La República Dominicana nunca había sufrido un gobierno tan malo, tan mal administrador y tan mentiroso como éste del PLD, donde existen candidatos con propuestas tan vacías que entre ellos mismos se enfrentan y se culpa de su propia corrupción.
No salimos del asombro de ver cómo el Poder Ejecutivo mandó al Congreso Nacional a aprobar “un paquetazo” fiscal que sobrecargará a un pueblo hastiado de tantos impuestos.
Tenemos la desventura de estar dirigidos por un Presidente que sólo vive viajando al exterior, que pretende llevar soluciones al Medio Oriente, cuando el pueblo dominicano necesita con urgencia respuestas a los problemas nacionales que nos afectan; queremos paz a los barrios pobres, pero el Presidente no tiene ni ojos, ni corazón para enfrentar esos males de nuestra sociedad.
Este desgobierno morado –no podemos llamarlo de otra manera-- ha provocado el aumento del pan, del huevo, del trigo, de las habichuelas, del aceite, del jabón, de los embutidos y los demás productos de primera necesidad.
Hoy día, los supermercados, las estaciones de gasolina, las tiendas... se han convertido en “casas del terror” para los ciudadanos, que sufren estrés y alta presión con sólo pensar en tener que ir a cualquiera de dichos comercios.
Sin embargo le pedimos al pueblo no perder la confianza en el sistema democrático, y que se unidos en una sola voz y una sola mano nos las cobremos todas, dándole un voto de castigo al PLD.
Votemos por la esperanza, por un nuevo rumbo para nuestra nación, para poner en buenas manos nuestro futuro, unas manos llenas de experiencia y capacidad, unas manos que nos cuidarán con devoción, unas manos que protegerán a los hijos del pueblo como saben velar los padres por sus hijos... Hipólito mejía Presidente. Llegó Papá!
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