No sólo el presidente Leonel Fernández se quedó estupefacto cuando en reunión en el Palacio Nacional con empresarios inversionistas en el negocio de gas propano estos manifestaron al primer mandatario que ese negocio no era rentable.
El presidente reaccionó sorprendido y les dijo que si el negocio no es rentable, que devuelvan las licencias que tienen para operar esas estaciones y que de ser asi, el gobierno estaria en disposición de ver otras opciones.
El hecho de que el presidente Fernández haya reaccionado estupefacto ante la actitud de los empresarios, ha dejado estupefactos a muchos dominicanos que no salen de su asombro de que el primer mandatario de la nación haya reaccionado sorprendido, por primera vez, en los once años que lleva dirigiendo los destinos nacionales.
Confesamos que este diario también ha quedado estupefacto, pero en este caso, porque no conociamos que nuestro presidente reaccionaba de esta manera.
Esperamos que el hecho de que el presidente reaccionara estupefacto ante las ambiciones de estos empresarios, tambien pueda reaccionar estupefacto ante los crímenes contra ciudadanos que se están cometiendo en nuestro pais, sin que las máximas autoridades de la nación queden estupefactos.
Esperamos que el presidente Fernández quede estupefacto ante el incremento de la delincuencia en la nación dominicana y esta sorpresa lo lleve a hurgar políticas más realistas que puedan enfrentar la inseguridad ciudadana.
Esperamos que el presidente Leonel Fernández pueda quedar estupefacto ante los alarmantes casos de cólera que se presentan en el pais, sin que su gobierno aporte los recursos necesarios para enfrentar con valentía esta epidemia que agobia la nación dominicana.
Esperamos que el presidente Leonel Fernandez reaccione estupefacto ante la corrupción rampante patrocinada por funcionarios públicos sin que el primer mandatario de la nación se de por enterado de lo que se denuncia a diario.
Esperamos que el presidente Fernández quede estupefacto ante la situación que atraviesan miles de dominicanos que residen en comunidades del sur profundo y los cuales están siendo afectados por el crecimiento del Lago Enriquillo perdiendo sus tierras productivas, su riqueza en el sector agropecuario, sus pequeños conucos y sus viviendas construidas con mucho sacrificio y en cambio el presidente Fernández no parece estar enterado de lo que sucede en esa parte del pais.
Esperamos que el presidente Fernández quede estupefacto ante la situación calamitosa que viven miles de familias dominicanas que residen próximo a rios , arroyos y cañadas y que requieren que el gobierno central aplique una politica humanitaria que rescate a estas familias del peligro que las acecha cada dia.
Confesamos que quedariamos estupefactos si el presidente Fernández quedara de nuevo estupefacto y buscara solución a algunos de estos problemas descritos en esta nota.
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