PAPA

PorGiovanni Morillo

El autor es abogado y comunicador

 

El ingeniero agrónomo Rafael Hipólito Mejía Domínguez tiene la obligación de aprovechar  este momento histórico, pues tiene el compromiso de afirmar sus luces y reivindicar las sombras en su periodo presidencial 2000-2004, llevando siempre en alto la entrega y el desprendimiento de su líder José Francisco Pena Gómez.


Queremos recordarle al noble papá que la política se nutre de realidades, si bien es cierto que en estos momentos el país está sufriendo una crisis espantosa, que los morados se han visto en su peor momento, pues la inseguridad ciudadana, la falta de educación y la corrupción han arropado a la sociedad, no menos cierto es que debemos de enviarle un mensaje claro de propuestas firmes al pueblo, obviando el populismo político.


Es por tales motivos que el sector papá debe de comenzar enviar un mensaje a los ciudadanos de la visión que tiene el Partido Revolucionario Dominicano para resolver los problemas más importantes del país, trabajar de manera contundente, sobre todo quitarse la etiqueta traicionera de que son gobiernos, muchos de ellos repartiéndose cargos sin todavía celebrarse las elecciones del 20 de mayo del 2012.


Vamos a seguir recordándole al distinguido Hipólito Mejía el caso de las elecciones presidenciales en México hace cinco años. Seis meses antes de esos comicios Andrés Manuel López Obrador del PRD, dominaba el escenario a tal punto, que se negó a ir a un debate con Felipe Calderón. Esa decisión le costó la presidencia porque de ahí en adelante el candidato del PAN comenzó a remontar.


Está el caso más reciente de la precampaña del Partido Demócrata en las últimas elecciones norteamericanas. Hillary Clinton arrancó  delante de Obama y todos creíamos que la ex-primera dama tenía la postulación asegurada, lo demás es historia.


Esto quiere decir que el  señor Hipólito Mejía, que algunos nunca se imaginaron que estaría en los niveles de aceptación de hoy en día, debe de ser más cauteloso, planear una estrategia que no le permita a sus adversarios remontar, la historia es clara el poder no se entrega tan fácil.


Distinguidos lectores queremos despedirnos diciéndole que nuestro deber es involucrarnos,  exigirle un accionar correcto a los actores políticos, pues no podemos seguir teniendo gobiernos que no persigan el interés general.

 

 

 

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