Cuenta la historia de ficción infantil que cuando Pinocho hablaba mentiras le crecía la nariz y todos los niños en épocas pasadas llegaban a creer que en realidad era verdad.
Pinocho en realidad era una marioneta de madera protagonista del libro "Las aventuras de Pinocho", escrito por Carlo Collodi y constituía ua especie de esgtrategia para transmitir en los niños de la época el valor de decir la verdad.
En estos tiempos ningún niño creeria esta historia.
En esta época donde la tecnologia ha avanzado de manera extraordinaria,resulta chocante observar cuando el candidato oficialista Danilo Medina en el acto de proclamacion de la candidatura vicepresidencial en la Gran Arena del Cibao “valoraba la calidad humana y la sensibilidad social de la Primera Dama”,
Margarita Cedeño de Fernández se dañó el Telepronter, como recordándonos a todos, que si hubiese sido Pinocho el autor del discurso, no se dañaría el moderno aparato, sino le hubiese crecido la nariz.
Los dominicanos sabemos que la “llamada sensibilidad y humanidad de la primera dama” radica exclusivamente en el uso de los recursos del Estado, que su esposo el presidente Fernández autoriza que se le asignen a su despacho, en detrimento de las entidades oficiales que deben manejar ese presupuesto.
Ningún dominicano ha escuchado, ni siquiera el rumor, de que las “ayudas “ de la primera dama se producen de su ingreso personal. No es dinero que sale de su cartera. Es producto del presupuesto nacional que en razón de la debilidad institutcional existente en nuestro pais posibilita esta irregularidad.
Van dos veces que cuando el candidato oficialista trata de justificar un argumento, que a todas luces no se corresponde con la verdad , se le dañe el Telepronter y se ve precisado a interrumpir su discurso.
Lo mejor seria que el candidato oficialista se apegue a la verdad y suponemos que así no habria una tercera vez, que podría no simplemente dañarse el Telepronter, por lo de aquella expresión popular que dice que “a la tercera es la vencida”. En los tiempos de Pinocho no habia Telepronter. Le crecia la nariz.Sencillamente hay que estar vivos para ver cosas, señores.
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Mercedes. (jueves, 01 diciembre 2011 22:54)
Fue tan estúpido, que nisiquiera disimulo. Considero que un politico de la altura de Danilo, debió haber leido el texto primero y estudiarlo por cualquier eventualidad y tener en su cabeza una idea. Con una idea mas clara, esto le hubiese permitido continuar su discurso sin ningún tipo de problema, pero se puso como un niño asustado e hizo el ridículo peor que el Telepronter...Si esto le hubiese pasado a Hipolito Mejía, que cosa no se habría dicho...Pero Hipolito, demostro su capacidad en el almuerzo de los empresarios. Ademas, un visco se le dificultad muchas veces la lectura y tengo la certeza de que esto continuara así, porque el pobre Danilo, esta entre la pared del imperio morado...