“E PALANTE QUE VAMOS”, LO DEMUESTRA EL HUNDIMIENTO DEL CRUCERO COSTA CONCORDIA

 

Por Rosendo Sepúlveda

 

Lo cierto es que el gobierno  presidido por el presidente Leonel Fernández  se ha quemado en el plano  del cuerpo diplomático y consular de la República Dominicana acreditado en el extranjero. 

 

Se cuentan por centenales los cónsules designados en la mayoria de las naciones del mundo.  

 

Un número apreciable  de este personal  pasa  su tiempo  en el pais, no obstante  cobrar en dólares.  Como ejemplo basta citar el caso del  embajador dominicano en España,  periodista César Medina quien pasa mas tiempo en Santo Domingo que en España donde está acreditado como diplomático.

 

El pasado fin de semana despertamos con la información de que el  buque Costa Concordia  chocó con una piedra enorme en la isla Giglio, .situada en aguas de la región italiana de Toscana.

 

A bordo viajaban alrededor de 4, 500 personas de diferentes nacionalidades, entre pasajeros y tripulantes: alemanes, franceses, españoles, norteamericanos y por lo menos diez dominicanos.

 

Hasta el momento de escribir esta información, se sabe de cuatro dominicanos que fueron rescatados y permanecieron la noche del sábado en la isla de Giglio de donde fueron trasladados hacia Roma.

 

El espacio El Despertador de la periodista Alicia Ortega que se transmite en Santo Domingo por Antena Latina pudo establecer comunicación con varios de los nacionales afectados, lo que hasta el momento no ha podido lograr el embajador dominicano en Italia ni el Canciller de la República, Ing. Carlos Morales Troncoso, no obstante disponer de lo que significa todos los recursos del Estado. 

 

En el reputado programa fue entrevistada,via telefonica la dominicana Ramona Escalante Florentino, sobreviviente del naufragio, quien relató que al llegar a Roma se encontró con que todos los embajadores de las diferentes naciones con ciudadanos afectados acudieron  a socorrer a sus compatriotas.  Estaba el embajador francés, el español, el norteamericano y de las demás nacionalidades .  Sólo faltó un embajador, precisamente el dominicano.

 

Relata Escalante que al sentirse desprotegida, al igual que su acompañante  y otros dominicanos que habian perdido   y todos sus documentos en el accidnte y sólo disponian de la ropa que tenian puesta, se acercaron al embajador español en busca de ayuda y este le dijo que lo único que podia hacer por ellos era prestarle un  móvil para que establcieran comunicación con el cuerpo diplomático dominicano acreditado en Italia.  Amargamente relató  que pasaron mas de doce horas y ningún miembo del personal de la embajada dominicana pudo ser contactado por nuestros nacionales.

 

Por lo menos esos dos dominicanos pudieron mejorar un poco su situación porque la pareja  es residente en Andorra y el embajador de esa hermana nación gestionó por instrucciones de su goberno que  le entregara copia de sus documntos como residentes de esa nación para que pudieran abordar un avión que los condujeran hasta Andorra , lugar donde habitan, hasta tanto las autoridades dominicanas aparecieran.

 

Esperamos que a esta hora las autoridades dominicanas hayan aparecido para socorrer a otros ciudadanos dominicanos víctimas de esta tragedia.  Mientras tanto en  República Dominicana el Canciller  Morales Troncoso mentia de manera inmisericorde al país afirmando que ya habian establecido contacto con los nacionales afectados y que estaban buscando solución al problema.  !CUANTO DESCARO! 

 

Y asi el gobierno oficial repite hasta la saciedad la frase: "E PALANTE QUE VAMOS”, lo que nunca se detienen a explicar quienes son los que en realidad están avanzando, porque la mayoria de los dominicanos, de acuerdo a los resultados arrojados por las últimas encuestas publicadas, afirman que es todo lo contrario. Avanzamos hacia atras, como el cangrejo.

 

Entonces de qué vale que el presidente Leonel Fernández esté gastando miles  de dólares en un personal que al parecer solo está dedicado a practicar el turismo en esas naciones y a solucionar el problema de estudios de sus hijos.

 

Esas son las cosas de nuestro país que deberán ser cambiadas.