Por: Giovanni Morillo
El autor es abogado y comunicador
El último juego de la pelota invernal dominicana debe servir de reflexión para el Partido Revolucionario Dominicano, pues en un juego de pelota hasta que no se hace el ultimo out, no se puede cantar victoria, lo mismo pasa en unas elecciones presidenciales hasta tanto no se cuente el último voto no hay ganador.
Los aguiluchos estaban ganando ampliamente con cuatro carreras, su lanzador principal estaba lanzado primores, pero errores de su equipo hicieron que el contrario avanzara, lo mismo que esta pasando en el escenario político en la actualidad, muestra de ello, las declaraciones del candidato presidencial del PLD admitiendo que su avance se debe a los errores del contrario.
Cuando inició la pelota invernal dominicana fueron subestimados algunos jugadores del Escogido, igual similitud que el candidato Hipólito Mejia subestimando a Danilo Medina como también al presidente de su partido Ing. Miguel Vargas Maldonado.
Queridos lectores, en un juego de pelota con una carrera se gana, igual espíritu que en la ciencia de la conveniencia, que con el 50 por ciento más un voto ganas las elecciones.
En un juego de pelota es vital saber mover sus fichas en el terreno de juego, como también en la política para ganar elecciones.
Hoy observamos que el lanzador estelar del PLD Leonel Fernández Reyna sale del terreno de juego y coloca a su esposa como segunda en el staff de pitcheo, mientras el candidato del PRD dice que gana solo y sus compañeros siguen subestimando a un lanzador como el ingeniero Vargas Maldonado que obtuvo un promedio de 42 por ciento en las últimas elecciones presidenciales, cuya hazaña fue enfrentar al lanzador principal del PLD que estaba en el terreno de juego.
En caso de no escuchar estas reflexiones los deseos de los dirigentes del jacho prendido que este año no rugiera ningún león, ni el escogido ni leonel podrían verse afectados.
Ojalá el partido blanco aprovechara este momento histórico, pues tienen el compromiso de afirmar sus aportes a la democracia y reivindicar las sombras en el ejercicio del poder.
Todas estas reflexiones los llevaría a coronarse este 20 de mayo, solo tendrían que saber mover las fichas en el terreno de juego y no repetir los mismos errores históricos.
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