Por la Redacción
Al leer temprano en la mañana del sábado el portal de la Z-101, nos encontramos con la información de que el dirigente del PRI , Marcos Martinez reiteró su denuncia contra la primera dama y afirmó que posee un corte del Banco Delksebanc de Copenhague Dinamarca donde consta que existe una cuenta que tiene un balance de 46,892,678 y que los titulares de las cuentas son Alberto Cedeño y Margarita Cedeño de Fernández.
Aseguró el ex legislador que el banco a través del cual se hacen las transferencias en el país, es el BanReservas de República Dominicana.
Martínez senaló que tiene en su poder tres copias de tres cheques; uno girado a nombre de FUNGLODE de 9,600,000 euros de la cuenta 79142002 cheque al 1452 cuyo titular es Alberto Cedeño.
Nadie puede negar la gravedad de lo denunciado por el delegado del PRI ante la Junta Municipal Electoral de Santiago.
La doctora Margarita Cedeño actúa correctamente al llevar el caso a los tribunales porque se trata de su reputación personal y la de su esposo el presidente Leonel Fernández. La denuncia se refiere evidentemente al supuesto uso inadecuado de dinero público.
Marcos Martinez ha mencionado presuntamente al Banco de Reservas como la instituciuón financiera desde donde se hacen las transfererencias a las supuestas cuentas.
En lo que este caso avanza en la justicia, que podría durar meses y hasta años para evacuar una sentencia definitiva , este diario entiende que el licenciado Vicente Bengoa , en su calidad de Administrador General de esa entidad financiera está en el deber de hacer un desmentido de inmediato.
Este funcionario ya ha perdido mucho tiempo en dirigirse a los dominicanos y explicar la falsedad de que esta entidad haya viabilizado las supuestas transferencias .
El pueblo dominicano espera ansioso que Vicente Bengoa hable.
Recordemos aquella frase atribuida al insigne patritota y escritor cubano José Marti quien decia¨:”Es tan responsable quien calla un crimen como quien lo comete”. Martí lo expresó de esta manera:”
Es criminal quien sonríe al crimen; quien lo ve y no lo ataca; quien se sienta a su mesa; quien se sienta a la mesa de los que se codean con él o le sacan el sombrero interesado; quienes reciben de él el permiso de vivir
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