LA CAMPAÑA NEGATIVA DE DANILO

Por: Freddy E. Núñez

  

Hemos oído insistentemente en la presente campaña electoral al candidato del oficialismo y a todos sus vocingleros decir que están delante del candidato de la oposición Hipólito Mejía en las preferencias de los votantes, incluso hacen unos esfuerzos terribles, que casi raya en lo infantil, presentando unas encuestas que ni los mismos que la elaboran se las creen, incluso los peledeistas y aliados no se atreven a propagarlas más allá del día de su publicación, por temor a hacer el ridículo. 

 

Esa supuesta ventaja en las encuestas contrasta con las actitudes del candidato del PLD y de su gente, las caras duras y de de tristeza con que aparecen en los medios y en las actividades, dicen todo lo contrario a lo que expresan con la palabra, y es lógico, pues es muy difícil engañar al subconsciente, que ya vio y asimilo los verdaderos números de las preferencias de la ciudadanía, claro, esto tiene una excepción, la primera dama, la cual tiene una sonrisa que parece fue implantada por un cirujano de esos que levantan el busto de las féminas y hacen maravillas con su anatomía. 

 

Ese convencimiento de que no llevan la de ganar en este certamen, es la única explicación para la feroz andanada de publicidad de los Vinchitos Castillos y otros, que ellos creen negativa, y digo que ellos creen, pues lo que presentan en esos spots sobre Hipólito Mejía, no es para nada nuevo o desconocido para el pueblo, incluso ni siquiera la forma en que lo usan es nueva pues ya lo hicieron en el 2004, y muy estúpidamente en el 2008, pues Hipólito no era candidato. 

 

La forma clara y abierta de decir las cosas que tiene Hipólito Mejía, no es algo que el pueblo desconozca, su origen humilde y su hablar campechano tampoco, la manera en que los vinchitos tratan de ligarlo al narcotráfico y a actos de corrupción queda totalmente descartada por ellos mismos, que con ocho años en el poder no han podido instrumentalizar ni un solo expediente acusatorio contra Hipólito, y los que han hecho contra los funcionarios de su gobierno han sido desestimados y los imputados descargados por la justicia, dada la falta de pruebas, por lo que la utilización de esos medios solo se enmarca en la desesperación. 

 

Pues; quien les asegura a ellos que las mismas circunstancias que se dieron en la economía en el año 2003 se volverán a dar en un futuro gobierno de Hipólito? (Derribo de las Torres Gemelas, las Guerras en Afganistán e Irak, los Problemas Bancarios, entre otras), de dónde sacan ellos y toda la campaña del PLD que el día 20 de mayo venidero el pueblo va a juzgar la gestión de Hipólito Mejía de nuevo, el cual en estos ocho años de gestión peledeista no ha tenido nada que ver con la gran súper extra mega corrupción de los funcionarios del PLD, con la astronómica deuda externa, con la deficiente educación que tenemos en el país, con el desastroso sistema de salud, las calamitosas condiciones de la agropecuaria y toda la producción industrial de la nación, con la ascendente escalada del narcotráfico, la criminalidad y la delincuencia, así como la violencia en todos sus géneros, con la falta de empleos y esperanzas para la juventud dominicana, en fin con el gran desorden que impera en todo el territorio nacional, ellos siguen pensando que eso el pueblo se lo va a reclamar en las elecciones venideras a Hipólito Mejía. 

 

Pero la verdad es que el pueblo, la ciudadanía, aunque el PLD y sus aliados piensan que son unos estúpidos, que no saben distinguir entre una papeleta de mil pesos y cuatro años de hambre, entre una tarjeta de solidaridad con bono gas y bono luz y las grandes fortunas amasadas por los funcionarios del PLD con dinero que nos pertenece a todos, tienen bien claro cuál es el camino que ahora les conviene. Esa gente que los peledeistas quieren narigonear como vacas, conocen cual es el plan que busca perpetuarles en el poder, y desde ya se preparan para evitarlo y sacarlos del poder por las buenas o por las malas; los personeros del gobierno y el PLD escogerán la forma en que quieran irse. 

 

El autor es Politólogo

 

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