CUANDO EL RIO SUENA ES PORQUE AGUA TRAE

El Dr. José Batista, es un reconocido experto e innovador agente de cambio complejo. Cuenta con un doctorado en Diseño de Sistema Humano de Organizaciones y Cambio Cultural, del innovador Fielding Institute de Santa Barbara, California.  En este artículo analiza como la niñez dominicana ha ido cayendo en un vacio profundo en su identidad que la conduce a la juventud y a la edad adulta con esta realidad lo que provoca que este vacio sea llenado por nuevas figuras y símbolos que pudieran ser hasta capos del mundo de las drogas.

 

 

Por Jose Batista

En todos nuestros pueblos han existido personajes pintorescos que de alguna manera u otra se han hecho sentir por convertirse en símbolos populares. Algunos de ellos emulando a Robín Hood, otros convertidos en mafia protectora, como en los tiempos antiguos de Sicilia. En el cine, además de Robín Hood, hemos tenidos personajes como Chucho el roto, o como el “Súper Barrio” en las calles de México?.

 

Nacidas bajo el amparo del Cristianismo, las figuras de los reyes magos representaron una esperanza en muchos barrios pobres del continente. El niño pobre de nuestra América siempre ha mantenido la esperanza en manos bondadosas, ese fue el caso del personaje llamado padrino o madrina, en los cuales descansaba la esperanza de una que otra dádiva, sobre todo como parte de la ilusión del día de reyes.

 

El simbolismo de la figura de esperanza de los reyes magos ha ido desapareciendo de la imaginación del niño, y con el proceso de globalización, y los estímulos constantes de símbolos de status como lo son las marcas en la ropa, los calzados, los celulares, los juegos electrónicos que se observan en la radio, la televisión, los periódicos, conjuntamente con el engrandecimiento de figuras ideales fruto de una mercadotecnia de la música, el cine y la moda, que se constituyen como símbolos para imitar, que sustituyen la capacidad del político para aglutinar masa, por lo que también se han convertido en muletilla para ayudarlos a buscar el poder. Así, se ha creado un vacío profundo de identidad en la niñez que luego llega a la juventud y rápidamente al adulto temprano en la vorágine del tiempo en que vivimos.

 

Al mismo tiempo, han ido desapareciendo los modelos de referencia social como lo son la autoridad, la honestidad y la compasión, por lo tanto, nuestros barrios pobres se han quedado en un suspenso. A decir de la teoría de Henry y Coanda, el vacío tiene su fuerza, y esa fuerza del vacío, ese espacio, ha venido a ser llenado por los nuevos llámense Robín Hood, Reyes Magos, o lo que es igual a las figuras llamativas de los capos de carteles. 

Telenovelas, películas, noticias, exaltan la vida de opulencia de estos nuevos símbolos que, ante el vacío dejado por los gobiernos, las iglesias, y la ciudadanía, han penetrado de forma profunda en el corazón de las grandes masas de pobres y clase media en decadencia de nuestro continente.

 

En Jamaica, el presunto narcotraficante Christopher "Dudus" Coke, tomando el papel de los reyes magos, de la responsabilidad social de la comunidad, se apoderó de la zona centro de la capital, construyendo todo un esquema paralelo a la sociedad, por medio de dádivas, empleos, protección, salud, etc. Jamaica se ha convertido en una voz de alerta a lo que ya está ocurriendo solapadamente, y abiertamente también, en muchos de nuestros pueblos del continente. 

La incursión en el lugar para tratar de detenerle, ha dejado 73 muertos, y más de novecientos detenidos. La pregunta que tenemos que hacernos forzadamente, es si esto es un problema social, o es el síntoma de que demanda una evaluación profunda hacia un diagnostico de acción.

 



 

Escribir comentario

Comentarios: 0