A todas luces deplorables los juicios externados por el director ejecutivo de Participación Ciudadana Javier Cabreja,quien expresó que el Partido Revolucionario Dominicano debe acatar el fallo del Tribunal Superior Electoral, que suspende medidas disciplinarias aplicadas por la Comisión Política de esa organización contra Miguel Vargas Maldonado y otros dirigentes que apoyaron al candidato adversario del ex presidente Hipólito Mejía durante el pasado proceso electoral.
Son muy penosas estas declaraciones y ponen en evidencia que en la misma sociedad civil han surgido falsos liderazgos que no actúan con sentido común.
Luego que Participación Ciudadana fuera estrujada como un suape en las pasadas elecciones, por las autoridades de la Junta Central Electoral, esta entidad, en lugar de aprender la lección recibida y dedicarse a luchar por el fortalecimiento de las instituciones nacionales, uno de sus máximos ejecutivos se despacha con unas declaraciones destempladas, avalando decisiones del Tribunal Superior Electoral ,violatorias a su propia ley orgánica y a la democracia interna que debe regir los partidos políticos.
Todos los partidos del sistema, entiéndase el PLD, PRD ,PRSC gozan de la facultad de aplicar medidas disciplinarias al interior de sus filas. Primera vez que un llamado Tribunal es apoderado en primera instancia y en menos de una semana evacúa un fallo contrario a los intereses de una entidad política.
Eso que sucedió con el Partido Revolucionario Dominicano, el más votado en el pasado proceso electoral constituye una mala señal que puede en cualquier momento afectar hasta el sector empresarial privado.
No nos extrañemos que con la jurisprudencia creada, las propias empresas comerciales ,en conflictos internos, sea ahora el gobierno que diga quienes en un momento dado son los que tienen la razón.
Las palabras de Javier Cabreja lo descalifican para seguir hablando de sociedad civil y de reformas necesarias para que la República Dominicana de manera definitiva se suba en el tren del concierto de naciones, que en todo el mundo avanzan hacia el desarrollo. Muy penosas estas declaraciones.
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