LA VIDA NO VALE NADA

El fin de semana pasada un reconocido delincuente condenado a 30 años en la cárcel  de La Victoria , decidió por cuenta propia fugarse del recinto penitenciario vestido de mujer.  Luego de recorrer aproximadamente un kilómetro, de acuerdo al informe suministrado por las autoridades, el recluso en fuga fue perseguido por la policía nacional y muerto a tiros.  A la víctima se le encontró un cuchillo y zapatos de mujer que portaba.

El Procurador General de la República, refiriéndose al hecho , justificó la muerte del recluso y declaró que  nuestro país es uno de los que menos sucesos de esta naturaleza suceden en  las cárceles y que además somos modelo para otros países del contienente americano.

Ni siquiera el máximo representante de la justicia dominicana el doctor Radhames Jiménez  Peña dejó abierta la posibilidad de investigar este hecho.

De acuerdo a la opinión de muchas personas, parece que la muerte del recluso fue un asesinato.  Se presume que había  negociado  con  custodias de la cárcel  la fuga y por lo tanto debió erogar un dinero para eso.   Cuando había recorrido un tramo bastante lejos de la puerta del recinto, decidieron asesinarlo.  Eso es lo que cree mucha  gente.

¿Cómo es posible que en un país organizado sucedan crímenes como estos y las autoridades de manera rauda procedan a justificarlo?.  Sencillamente vivimos una degradación moral que se inicia en los altos cimientos de la sociedad.

Lamentablemente en la República  Dominicana, como dice la canción: LA VIDA NO VALE NADA