EDITORIAL
El procurador general de la República Dr. Radhamés Rodriguez Peña admitió que la política que aplica el ministerio público para prevenir los feminicidios en el país ha fracasado.
En declaración a la prensa en la tarde del miércoles, la ministra de la Mujer, maestra Alejandrina Germán reconoció que se precisa replantear la forma como las autoridades abordan la problemática.
Cuando las autoridades salientes reconocen que se han quemado en esta área, es porque no pueden hacer otra cosa.
El fracaso de este gobierno no sólo ha sido en esta área. En otro editorial abordaremos este aspecto.
Se ha desatado una cacería contra las mujeres en República Dominicana.
Este tipo de crímenes se ha convertido en una verdadera epidemia. En lo que va de año alrededor de 80 mujeres han perdido la vida a mano de sus parejas o ex parejas. En cualquier parte del mundo estos crímenes hubiesen estremecido la nación
Podemos afirmar de manera categórica que los organismos oficiales llamados a enfrentar este flagelo se encuentran con los brazos cruzados. En cambio tienen las lenguas bien dispuestas para justificar, justificar y justificar. En esos son expertos. Sencillamente lucen desconcertados.
Aplican el mismo esquema, como maestros deficientes, no cambian el librito. A las damas que buscan el auxilio de los encargados de velar por su seguridad, proceden a entregarles una hojita, que han bautizado con un hermoso nombre: "ORDEN DE PROTECCION".
Cuando las víctimas entregan este papelito a sus victimarios, deben pasar primero por la funeraria más cercana, para reservar la caja donde serán sepultadas.
Y las autoridades se conforman con engrosar las estadísticas.
Deberían renunciar todos
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