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EDITORIAL
La señora Altagracia Paulino ha dedicado gran parte de su vida a defender a los consumidores dominicanos. Cuando se habla de defensa al consumidor de inmediato nos llegan los nombres de Altagracia Paulino y Sandino Bisonó.
Sandino Bisonó no ha tenido el protagonismo de Altagracita, sencillamente porque no ha sido respaldado por un proyecto político de vocación de poder como sucede con la directora del Instituto de Protección al Consumidor.
La denuncia formulada por Altagracia Paulino en lo relativo al consumo de embutidos contaminados y químicos dañinos para la salud, es a todas luces correcta. Merece todo el respaldo de la población.
La sociedad tiene derecho a saber lo que consume, no importa que se afecten las empresas que sean. La salud de los ciudadanos está por encima del interés económico de personas particulares.
Ciertamente, la directora del Instituto de Protección al Consumidor debió revelar los nombres de las empresas que están produciendo y comercializando estos seudo alimentos. No hay dudas que de esa forma debió actuar la funcionaria; pero es más que un abuso pedirle a Altagracia Paulino que llegue a la inmolación ,en momentos en que todos estamos afectados por una deshumanización tal, que convierte al propio gobierno, en principal cómplice de los daños a la salud que sufren los gobernados.
Mucho hizo ella, no podemos pedirle más
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Erenia De La Cruz (martes, 31 julio 2012 13:52)
de acuerdo, la salud de nuestro pueblo debe estar siempre por encima de todos los intereses, y e este caso esta claro que hay intereses muy marcados