CENTRO BONÓ REFLEXIONA SOBRE LA ÉTICA EN LA POLÍTICA ACTUAL

En su acostumbrado Análisis de Coyuntura, el Centro Bonó dedicó su reflexión a profundizar el significado de la ética dentro de la vida política del país. El espacio sirvió para dialogar sobre los tantos llamados que se hacen a la ética desde las diversas esferas de la sociedad dominicana.

 Entre esos llamados, destacan los esfuerzos realizados por el nuevo gobierno con iniciativas como el “Código de pautas éticas” y la creación de la “Dirección General de Ética e Integridad Gubernamental” (DGIG).

 

Para el Bonó, la reflexión ética ayuda a poner sobre el tapete los principios que deben guíar toda la vida social que persiga el Bien Común. La vida política no puede cumplir su misión sin atender a los valores fundamentales que persigan la dignificación de todas las personas, sin importar su origen o posición social.

 

En el Análisis de Coyuntura del Centro Bonó también se discutió sobre el desafío ético lanzado por las nuevas autoridades desde que iniciaron su gestión del Estado. Saludó el esfuerzo que realizan muchas personas en el nuevo gobierno por adecentar la función pública, pero también señaló una serie de desafíos que quedan pendientes.

 

Por ejemplo, hace falta que esas aspiraciones éticas se plasmen en mecanismos de control efectivos que pongan límites a las ansias desbocadas de poder y de riqueza que han seducido a los diversos actores de la cultura política dominicana. El gobierno no puede sentirse inmune a la rendición de cuentas bajo la excusa de que ha tomado algunas medidas de austeridad para sus funcionarios.

 

La ética, resaltó el Centro Bonó en ese sentido, no puede quedar reducida a la firma de códigos éticos, aunque estos puedan ayudar a adecentar la función pública.  La rendición de cuentas es probablemente el componente esencial de la ética democrática. Hizo un llamado especial a las cámaras legislativas para que cumplan su función representativa, de fiscalización y control del uso de los fondos públicos, y a no apresurar la aprobación de leyes como respuesta a las líneas del partido, sin sopesar el impacto que tienen en el conjunto de la sociedad. También lamentó que el director general de la DGIG haya respondido a los reclamos éticos de la sociedad sobre las pensiones abusivas desde una argumentación jurídica que no le corresponde.

 

El Centro Bonó señaló además que existe una deuda histórica con la ética en la vida pública dominicana, no solo violentado derechos fundamentales en políticas sociales y migratorias, sino también las demás esferas de la sociedad han estado atravesadas por la corrupción, la búsqueda del propio interés y por una desmovilización generalizada en torno al Bien Común.

 

Toda la sociedad dominicana debe de estar alerta en el tema ético, superando una actitud de indiferencia por el bien compartido y comprometiéndose verdaderamente con la verdad y la justicia. La ciudadanía en general, incluidos los funcionarios públicos, debe exigir la creación de mecanismos que mejoren la transparencia de la administración pública y apunten a una verdadera justicia fiscal.  En una sociedad guiada por principios éticos de equidad, la ciudadanía podrá pagar confiada sus impuestos porque les serán devueltos en servicios públicos de calidad.  En el proceso que queda por delante en materia fiscal, debemos exigir la aprobación en las cámaras de la Ley de Responsabilidad Fiscal contemplada en la Estrategia Nacional de Desarrollo.

 

La tarea ética es de todos y todas. Cada uno debe ser responsable en su nivel, pero un ejemplo fundamental corresponde a quienes toman las decisiones y administran fondos en su función pública. En este sentido, queda sin responder aún una pregunta crucial en materia ética: ¿qué principios éticos están guiando la práctica legislativa respecto a la situación fiscal y tributaria en ela actualidad? Las señales de nuestros legisladores dejan un amplio margen para la desconfianza.

 

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