EDITORIAL
Si bien es cierto que nadie tiene derecho a invadir u ocupar propiedades de otras personas, el desalojo producido a 47 familias residentes en la doctor Delgado casi esquina avenida Independencia ,es a todas luces atropellante, insensible , abusivo e inhumano.
Pese a que muchas personas todavía recuerdan los desmanes que se cometían contra el pueblo dominicano en los gobiernos de Joaquín Balaguer, es preciso valorar que miles de dominicanos que ocuparon propiedades de la familia Trujillo, nunca fueron tratados de la manera salvaje como fueron desalojados los ocupantes de los terrenos atribuidos al doctor Jacinto Mañón.
En la misma avenida doctor Delgado próximo al Palacio Nacional, donde está situada la Biblioteca República Dominicana, durante décadas residió un grupo de familias humildes,en lo que se conoció en ese tiempo como el ENSANCHE CUCARACHA. El doctor Balaguer nunca permitió un trato humillante y desconsiderado contra esos dominicanos. Todos fueron reubicados en apartamentos modestos construidos por su gobierno.
No solicitamos que a los desalojados de la avenida doctor Delgado se le dote de una casa propia de manera gratuita, como hacía el doctor Balaguer, ni siquiera vamos a pedir que se le facilite apartamentos como la Torre del Progreso de la avenida Luperón , pero entendemos que un gobierno decente ,no puede permitir bajo ningún concepto que barbaridades como la ocurrida con estas familias se repitan en un país medianamente civilizado ,cuando el objetivo principal de un buen gobierno es buscar solución a los problemas que afectan a los gobernados, básicamente a los más necesitados.
El presidente Danilo Medina no debe hacerse el desentendido en este caso, debe buscar una salida honrosa y digna para estas humildes familias. De no atender los llamados que diferentes sectores le hacen en este sentido podríamos hasta llegar a creer que este tipo de desalojo constituye una forma muy novedosa de combatir la pobreza.
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