EDITORIAL
Millones de latinoamericanos han iniciado esta semana donde ya comienza a sentirse con fuerza el espíritu de la navidad , afectados de dos desagradables y tristes acontecimientos que nos han consternado a todos: la trágica
muerte de la cantante mexicana Jenny Rivera y el agravamiento de la salud del presidente de Venezuela Hugo Chávez. En el caso de Rivera de apenas 43 años, esta señora dedicada a la música regional mexicana y seguida por millones de fans en todos los Estados Unidos Mexicanos y en diferentes lugares de toda América Latina y el Mundo.
La forma como se produjo el accidente donde esta maravillosa artista pierde la vida es màs que lamentable. Son las cosas del destino.
En el caso del resurgimiento del cáncer del presidente Chávez, de apenas 58 años de edad y de acuerdo a las revelaciones que el mismo hiciera el pasado fin de semana, antes de partir hacia La Habana para tratarse el mal que padece , posiblemente estemos acudiendo a los últimos días del presidente Hugo Rafael Chávez Frías.
Podemos estar de acuerdo o no con el pensamiento de este gran líder latinoamericano. Pero lo que no está en dudas es que el tipo de liderazgo que ejerce el presidente Chávez no tiene paralelo en América Latina.
Chávez ha impulsado un estilo de gobierno que ha ayudado de manera extraordinaria a su pueblo de Venezuela. También repartido ese beneficio y esas ayudas sociales a muchos pueblos del mundo, como es la propia República Dominicana.
En el caso de Jenny Rivera elevamos una plegaria al altísimo para que sus restos descansen en paz y sus familiares tengan la resignación que necesitan en estos casos.
En cuanto al presidente Chávez solo nos queda pedir al Divino Todopoderoso que escuche el clamor de tantos seres humanos que piden por la salud del gran líder suramericano. Venezuela deberá tener la madurez necesaria para continuar el avance que esa sociedad amerita.
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