DON MANUEL ZAPATA, “HONESTIDAD AUN EN LA CARCEL”

LA INTEGRIDAD DEL HOMBRE SE MIDE POR SU CONDUCTA, NO POR SUS PROFESIONES


            Décimo Junio Juvenal (67-127) Poeta   Romano.

 

CRONICAS DEL BILLETERO

 

Santo Domingo Este, R.D.- Todavía hoy hay muchos hombres y mujeres que se deciden a ser fieles a sus principios aun en los momentos más difíciles, sabemos de personajes de la Biblia como José, Daniel, Job, pero también nuestra sociedad ha demostrado en los momentos de mayor necesidad contar con personas que demuestran una honestidad que es digna de ser imitada. Alguien dijo “Los verdaderos héroes son anónimos”, este es el caso del señor Manuel Zapata, conocido cariñosamente como Semillita, nacido en él años 1923, quien es el segundo hijo de los señores Félix Zapata Mojica y María Altagracia de Mojica, quienes se desempeñaban en su comunidad como comerciantes.

 

Este hombre de 89 años y hoy no vidente, cuenta con la capacidad de contagiar a las personas con su espíritu alegre, caballeroso y lleno de consejos para todos los que buscan el secreto de la felicidad y la convivencia intrafamiliar, estamos seguros que aun cuando ya no esté con nosotros, cada vez que pensemos en él y en como él ha vivido habrá una sonrisa en nuestros rostros.

 

Don Manuel comenzó sus estudios primarios en la Escuela Santa Barbará Argentina, en la Zona Colonial, e inmediatamente mostro dotes deportivos, aunque no pudo terminar sus estudios primarios, pudo brillar como estrella del equipo Madera Y Mamadera, donde se desempeñaba como Short Stop y Center Field, pero la necesidad es la madre de todas las ciencias, a temprana edad debe trabajar y ayudar a su familia, comienza con la venta de leche y todo tipo de negocios informales hasta que cumple los 15 años y empieza el negocio de su vida. La venta de Billetes y Quinielas de la Lotería Nacional.

 

En el año de 1938 comienza a desarrollar su negocio de billetes en los populosos sectores de Los Mina y Villa Consuelo, donde años más tarde conoce a Doña Ana García, con quien procreo a Nicolás García y quien lleno su vida de alegría y esperanza, pero como el mismo nos cuenta “la alegría en casa de pobre dura poco”

 

En 1953 en la era de Trujillo, mientras realizaba sus labores cotidianas se presento una patrulla que había hecho varias redadas y había encontrado varias personas vendiendo rifa blanca (quinielas sin respaldo de la Lotería Nacional) y cuando llegaron a la fortaleza la policía sometió a todos los apresados por este hecho, ya había pasado 3 días de encierro cuando le informaron de los cargos, y por los que un Juez le sentencia a 1 años y RD$ 1000,00. Pesos de multa. Así paso 1 años y 2 meses preso en el Penal de la Victoria y luego en la Base Naval 27 de Febrero.

 

La gran prueba de honestidad la paso don Manuel cuando le propusieron que fuera testigo en contra de los demás y que así podría irse para su casa a lo cual don Manuel les contestó: “de lo único que soy testigo es de que no los he visto haciendo nada malo” y así prefirió más de un años de cárcel que faltar a sus principios y honestidad.

 

Al preguntarle sobre la violencia intrafamiliar y que expectativas pueden tener nuestros jóvenes nos responde: “a los jóvenes que dejen la calle y se pongan a estudiar y si se caso no discutan con su pareja y si se van a dejar no se meta con otro hasta que no esté seguro que ya no van a seguir juntos, y no se nieguen el uno al otro.

 

Al Administrador de la Lotería Nacional, que continúe luchando por el bienestar de la familia de los billeteros ya nosotros estamos viejos y acabados pero dejamos nuestra vida en la calle por este país, siga luchando que Dios se lo paga.

 

Al ver a Don Manuel, se nota que ha vivido, que sus ojos perdieron el brillo pero su corazón ilumina cada rinconcito de la vida de sus familiares,   este hombre no tuvo la oportunidad de prepararse en una universidad pero cuanto puede enseñarle a muchos que hoy necesitamos de sus consejos y como dijo ese gran poeta romano:

Escribir comentario

Comentarios: 0