LA IDA A DESTIEMPO DE JANET VICIOSO

Por Ricardo Vega

SANTO DOMINGO, RD.- Pudo haber sido la madre de mis hijos. La conocí saliendo ambos de la adolescencia. Jovencita hermosa, de tez clara, que de tarde en tarde salía a pedalear por las calles de Lucerna y Los Prados del Cachón. Y aunque no llegamos a enamorarnos siempre valoré su belleza física, espiritual y ese ímpetu por los estudios y el progreso, como inquieta colegiala del Víctor Manuel y asidua promotora del Club Lucerna.

Luego, el tiempo me dio la razón, Janet se convirtió en una figura pública, como actriz y como formadora de modelos y organizadora de certamen de belleza, desde su escuela Jeanvic, tantas veces publicitada por nuestra revista El Barrio.

Quizás por estos antecedentes, hoy recibimos compungidos la noticia de un hecho que contradice la llegada programada de un nuevo año, la ida a destiempo de Janet Vicioso, durante un accidente en la Autopista Las Américas. ¿Cómo pudo ser? Según versiones, estaba estacionada pues su vehículo estaba defectuoso, cuando fue envestida por detrás.

De la forma que fuera es una vida valiosa que se pierde, un ser humano trabajador que deja en la orfandad a dos hermosos hijos. ¡Dios, garantízale un lugar especial en el cielo!