EDITORIAL
Sólo hace unos días que la Universidad Autónoma de Santo Domingo concluyó el proceso de elección de sus principales autoridades para el cuatrenio 2014•2018 y ya sectores que no fueron favorecidos con el voto , comenzaron la oposición al Rector Magnifico de la academia de estudios superiores más vieja del nuevo mundo.
Es un derecho que le asiste a las nuevas autoridades, el terminar de conformar el equipo que le permitirá gobernar y cumplir con sus promesas a la sociedad dominicana.
Con actitudes como estas, será muy difícil el fortalecimiento institucional en nuestro país. La democracia obliga que quien perdió ,perdió. Solo le resta colaborar con las autoridades entrantes y prepararse para nuevas batallas.
El doctor Iván Grullón ha sido reconocido por toda la sociedad dominicana como un académico de altas calificaciones y de una probidad y honestidad demostradas, con un ejercicio profesional de más de treinta años de servicios ininterrumpidos.
Algo similar ocurre con el equipo de Vicerrectores que lo acompañan en su gestión. Todo el país conoce al recio intelectual y poeta Rafael Nino Féliz por su entrega y grandes aportes a la sociedad dominicana.
Del académico Francisco Vegazo ni hablar, un educador que ha entregado su vida a la enseñanza y al desarrollo de las Ciencias Físicas y Matemáticas en nuestro país.
Resultaría extenso este editorial para ponderar los valores y virtudes del equipo que acompaña al Rector Iván Grullón.
La Universidad debe ser relanzada como prometió el nuevo Rector y se precisa darle por lo menos un año de paz para que pueda apreciarse el estilo de las nuevas autoridades.
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