EDITORIAL
La decisión evacuada por el Tribunal Superior Electoral (TSE) rechazando la solicitud incoada por el candidato a la presidencia del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Guido Gómez Mazara, de anulación de la convención del pasado 20 de julio, en la que se escogieron las actuales autoridades de la organización constituye un golpe contundente a la ya deteriora democracia dominicana.
El alto tribunal alegó que el doctor Guido Gómez Mazara no agotó correctamente los procedimientos, “al obviar impugnar antes las comisiones locales organizadoras de la convención”.
La pOblación fue espectadora y presenció que lo menos que hubo en el Partido Revolucionario Dominicano fue una convención democrática.
La decisión del TSE era esperada por todo el pueblo dominicano.
Esta sentencia podrá ser legal pero no está dotada de legitimidad.
Sencillamente, los jueces que integran esta alta corte, se han descalificado frente a toda la nación para estar al frente de los procesos electorales que se avecinan en el 2016.
Es momento para que el pueblo dominicano reclame una nueva reforma constitucional que envíe a sus casas a quienes traicionaron la confianza que depositó la nación en esos mal llamados " JUECES "
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