LA SUERTE ESTÁ ECHADA; Y LA TEMERIDAD TAMBIÉN  

Por: Alejandro Rodríguez  


Hace algún tiempo advertí que dirigentes del Partido Revolucionario Moderno, estaban apostando a la derrota, algunos compañeros consideraron que estábamos siendo muy extremistas en nuestros juicios, hoy la realidad, quizás sin proponérmelo, nos está dando en la cara.


Apenas se anunció la disparatada tesis de la convención, empezaron algunos fanáticos,  que los hay  sin duda alguna de parte y parte, a promover  la lucha fratricida e irracional.


Los voceros oficiales del ex presidente Hipólito, y hasta los voceros de  seudónimos”  empiezan a disparar dardos venenosos y palabras estridentes llenando de mayor incertidumbre la militancia del nuevo partido, y por demás, sembrando el camino popular de nuevas frustraciones, acelerando las deserciones del campo progresista y democrático el que, hoy por hoy, inicia un cuestionado proceso de inserción en las filas de La Convergencia.


Un tal Profesor, que debe serlo de matemática y no de letras, con mucho respeto encuentra que Margarito Carlos de León, nuestro coordinador internacional  está “desesperado”, y que Luis Abinader  lucha “desesperadamente” por obtener la representación de la joven organización,  PRM,  en el certamen político del 2016.


Y de carambola, al profesor le produce pena y vergüenza que los dirigentes del joven político (es decir Abinader), ni siquiera dan espacios a que otros candidatos, entren al concurso político. En pocas palabras los dirigentes de Abinader somos unos trogloditas que queremos atropellar a todo el mundo.  


Es bueno hacernos la siguiente pregunta: ¿quiénes se inventaron que para conformar el nuevo partido sólo eran necesarias las fuerzas de Hipólito y Abinader, desconociendo la existencia de otros líderes y equipos dentro del muevo partido?  Para la construcción del PRM esas fuerzas no eran necesaria, pero para candidatearse si. ¡No comprendo!

Así mismo y como el que no quiere la cosa, nos advierten que en política los espacios no se ceden, sino que hay que ganárselo con el voto como lo exige la democracia.


¡Ay caray! Si los espacios no se ceden profesor,  ¿por qué ustedes quieren que Luis ceda el suyo y de nuevo apoye al viejo dirigente y ex presidente? Lo exigen  por la “no santa” calva de Hipólito como sinónimo de experiencia de Estado, o por la inocultable edad de Hipólito.

Así no profesor, si ustedes no ceden, ¿por qué nosotros si debemos hacerlo?, porque Luis Abinader es joven, y me pregunto ¿qué harán  los viejos que están alrededor de esa candidatura? , y el pueblo que agoniza tiene que esperar 4 años más de sufrimientos, válgame Dios, en verdad os digo que hay que estar vivo para escuchar disparates.


Y a propósito de la convención cómo, si tenemos un plazo mandatorio en la convergencia, haremos una convención antes del 29 de marzo, y cómo con todo el fanatismo que caracteriza nuestro pueblo y nuestra militancia, lograremos hacer la convención sin que las escisiones hagan aparición,  junto con  deserciones que desde ya se avizoran  en el  ambiente  partidario. ¿Con qué padrón terciaremos? Con el del PRD del 2010 o con uno “abierto” de la JCE. Por demás quien organizaría la convención la vieja dirección de la ASD o la del PRM. 


Estas interrogantes no tienen respuestas, y si desde ya empezamos a descalificarnos, sin tener claro ni la estructura ni el método, a donde llegaremos cuando los demonios de la confrontación hagan su espacio  en las estructuras del joven partido.

   

La democracia tiene varios caminos y creo que la mayor muestra de democracia es la proclamación de Luis Abinader, como una forma de hacer que  la esperanza y el cambio tomen un rostro que no tan solo sea su referencia, sino también el camino. El cambio lo  representa y expresa Luis Abinader según la opinión popular, si es así porque empecinarnos en rechazar lo  que de lejos se siente, estamos trabajando para el enemigo o cultivando la derrota como nuestro modo de operación, hay quienes ganando o perdiendo están bien, nuestro pueblo solo si ganamos tiene esperanza de progreso.


Por último ese binomio no puede repetir, perdería de nuevo, Hipólito con todo mi cariño nos haría vulnerable y de aquel 47 % terminaríamos en el 30 % del 2004, no sigamos jugando  con las necesidades de nuestro pueblo, hay una posibilidad de recomposición del campo popular que solo lo puede lograr Luis Abinader, para ello hay que empezar a trabajar desde ya por su candidatura.


Seguir insistiendo tercamente en la dichosa convención sólo nos hora perder mucho tiempo abriendo nuevas heridas  e impidiendo restañar lasviejas. Y quisiera advertirle  a los que nos pretenden asustar con el “run run”  de la convención  que en cualquier escenario al que nos conduzca la temeridad de los partidarios del “viejo”, como con tanto cariño le denomina Juan TH, al final del camino  las campanas no doblaran por Luis Abinader.  

El autor es Vicepresidente de la seccional de NY del PRM y  coordinador del proyecto Presidencial de Luis Abinader en esta ciudad.

 

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