LOS VALORES COMO EJES TRANSVERSALES EN LA EDUCACIÓN DOMINICANA

 Por Nelly Amador

En la situación que se encuentra nuestro país, donde las instituciones están débiles, con falta de institucionalidad, amor, sinceridad, entre otros elementos y por todo lo que estamos incorporando nuevo en el sistema educativo, debemos empoderarnos con fuerza de todos los valores, aunque los tengamos contemplados en nuestro currículo de forma transversal.


Por considerar el currículo uno de los aspectos más importantes a resaltar en el proceso educativo en la República Dominicana y en donde debemos hacer énfasis en aquellas pequeñas cosas que engrandecen al ser humano, nos permitimos transcribir un trozo de la carta que Alberto Fiallo Billini escribiera para sus hijos y sobrinos, subrayando el aspecto de los valores que debemos cultivar hoy en día, que consideramos relevante tanto para los educadores como para los alumnos:

“Que descubran que hay un hogar grande, el hogar planetario, que está hecho de una casona muy grande, la Tierra, en un vecindario muy grande, el Universo, en la que habita una familia muy grande, la Humanidad, a la que pertenecen todas las personas que han existido, existen y existirán y que conocen y no conocen. Porque cuando acepten esa idea sentirán que son habitantes de la Tierra, no de un pedacito de ella, y que pertenecen a la Humanidad y no a un grupo de ella. Entonces, nada que dañe la casa y a la familia de todas las personas pasará desapercibido y todo lo que las proteja será profundamente significativo para ellos. Que descubran y aprendan a escuchar a sus conciencias y que acepten la idea de que la Conciencia debe ser ese espacio existencial donde nos conectamos con el Hogar Planetario.


Que acepten que ser bueno no es ostentarlo ni parecerlo, es ejercer la bondad, o sea, desear, buscar y amar en la Persona Humana lo fraterno, lo generoso, lo solidario, lo libre y lo justo, así como la búsqueda de la igualdad y la equidad. Por ello, traten de descubrir que pueden encontrar la felicidad a través de no aislarse del resto de la Humanidad y en la forma en cómo se entregan a los demás, sobre todo cuando buscan el bien   para los que más lo necesitan y luchan por ello.


Que acepten que la honradez no es un producto mediático ni una herencia invertebrada, que ni es un ropaje ni una pose, que no es la propiedad de una marca, que no es decoración de exteriores ni talante para la cobardía y que la honradez no existe sin patriotismo. Que asuman que la honradez es compromiso, es riesgo, valentía, es darse a los demás, que es saber sufrir cuando ella misma, la honradez, es despreciada, ridiculizada, ignorada o castigada.


Que acepten con humildad que la ignorancia no es mala porque la sabiduría es saber que falta mucho por saber y que lo importante al procurar conocimientos es conocer a quienes sirven o des-sirven y que esos conocimientos son propiedad de la Humanidad que fue quien los construyó y los acumuló.  Que descubran que donde hay amor nada hará falta y que el perdón es el rostro más honesto del amor. Que descubran no es una fuerza pasiva, que es compromiso, lucha, persistencia, por  lo que es verdad lo que decía Agustín el santo: tiene dos hijos, la ira y el valor”


Continuaremos la reflexión sobre los valores que se expresa en este texto.

 

La autora es Educadora y fundadora de la ADP

 

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