¡CUIDADO CON ESA HABILITACIÓN DOCENTE: PUEDE HABER GATO ENTRE MACUTO

Por Nelly Amador

 

El nombramiento de profesionales de otras áreas en el sector educativo, o sea, escoger médicos, abogados, ingenieros, agrónomos, veterinarios, etc., que estudiaron esas carreras y que se les quiera nombrar como maestros alegando que entre los miles de maestros graduados en las mismas universidades que estudiaron estos, que entraron en esas universidades con el mismo nivel de competencias de los maestros formados como tal, tienen las mismas deficiencias que arrastra el sistema, por lo que no se justifica  que en vez de licenciados en educación mención física y matemática o de biología, sean los que den nuestras  clases de media, se ponga un ingeniero o a un médico a dar anatomía o a un abogado a dar historia o sociología  o coger todos estos graduados que no son maestros y darles una habilitación docente es agravar mucho más la situación de la calidad de la educación dominicana, pues vale la pena la capacitación o actualización de contenidos a los docentes que ya tienen la parte pedagógica y didáctica e incorporarlos al sistema, que a otros profesionales que si les gustaba el magisterio debieron estudiar  educación. Pues se supone que se debe tener un mínimo de captar el perfil de los y las maestras que queremos.

 

 No debe solucionarse la deficiencia con profesionales de otras áreas, sino formar los maestros y maestras que necesitamos a través de los recintos de que dispone el Félix Evaristo Mejía, que como todos sabemos hace unos años a las escuelas normales se les elevó a nivel superior, por lo que se denominan institutos, lo cual quiere decir que si el sistema  dispone de donde formar a los y las maestras y de los recursos que deben ser asignados a través del Instituto Nacional de Formación del Magisterio –INAFOCAM--, es un contrasentido salir a buscar profesionales de otras áreas, a quienes hay que hacerles habilitación docente que dura mínimo tres años, si queremos mantener la capacitación de los maestros.

 

Escoger profesiones de otras áreas sería agregar más dificultad a todas las que tiene el sistema educativo hoy. Por el contrario, debe prepararse cursos de actualización para los y las maestras de primaria en didáctica, metodología,  enseñanza de las materias como aritmética, lengua española, sociales, ciencias e invertir en licenciaturas, postgrados, maestrías, doctorados para los otros niveles, en vez de reclutar profesionales de otras áreas que su vocación no es de maestros, o sino debieron seleccionar esa carrera.

 

Es escandaloso el número alarmante de abogados, médicos e ingenieros que entraron a participar recientemente en un concurso para ser nombrados como maestros. Las autoridades pertinentes deben tener mucho cuidado de cómo habilitar como maestros a quienes realmente no  los son. No debemos olvidar que nuestros maestros son egresados de las mismas universidades que esos otros profesionales y que el  97% del magisterio es titulado. Al maestro graduado y que estudió educación se le exige hoy en  día un nivel más allá de licenciatura.

 Abramos los ojos y pongamos mucha pero mucha atención y cerremos esa puerta.

 

 

La autora es Educadora y fundadora de la ADP

 

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