EDITORIAL
No hay palabras para calificar el hecho sangriento protagonizado por el grupo terrorista Al Shabab en la Universidad de Garissa, al este de Kenia.
El gobierno de ese país informó que, cuatro terroristas perpetraron el ataque, cuatro murieron en el enfrentamiento y uno fue detenido cuando trataba de huir del escenario.
De acuerdo a las informaciones, los terroristas pedían a los estudiantes capturados que dijeran versos del Corán y el que no recitaba los mismos, era ejecutado en el acto.
147 jóvenes asesinados y decenas de heridos.
Quien pudiera imaginarse que en pleno siglo XX1 la humanidad estaría presenciando crímenes atroces motivados por razones religiosas?
Jóvenes estudiantes en la primavera de sus vidas y preñados de sueños e ilusiones, vilmente asesinados por la intolerancia de grupos fanaticos religiosos.
Una barbaridad atroz que merece la condena y la repulsa universal.
Todos los ciudadanos del mundo debemos solidarizarnos con la Universidad de Garissa y con aquellas personas que resultaron afectados por este acontecimiento criminal y bochornoso.
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