¡EN EL 45 ANIVERSARIO DE MI QUERIDA ADP!


Por: Nelly Amador


La Asociación Dominicana de Profesores –ADP—como expresión organizada de los maestros


Como todos y todas sabemos, la Ley 56 vedaba que los trabajadores públicos constituyeran organizaciones sindicales, lo que aprovechaban las autoridades educativas para no dialogar con la ADP. Entonces en la ADP se las ingeniaron. Lograron incluir en nóminas de colegios privados a unos 46 fundadores de la ADP y aunque el Secretario de la época maniobró para que la Secretaría de Trabajo no reconociese este sindicato, finalmente no hubo más remedio que otorgarle el registro 1/78 del 3 de enero de 1978. Fue muy dura y con grandes represiones la historia de la ADP en la época de Balaguer.


El primer problema que enfrentó a la ADP con el nuevo gobierno, encabezado por Antonio Guzmán, se debió a que en su despedida, Balaguer nombró más de 7 mil maestros, muchos de los cuales llevaban trabajando varios años gratuitamente en las escuelas sociales de los clubes y en colegios privados que fueron oficializados; y aunque los nombramientos fueron justos, se produjeron en una coyuntura política en que los mismos contribuían a mortificar y perjudicar al nuevo gobierno. El Secretario de Educación pretendió no pagarles  a estos maestros y desató una protesta social que lógicamente terminó en manos de la ADP. Para el Secretario, su prioridad era la reparación y equipamiento de las escuelas y no también las necesidades de los maestros.


La designación del Ing. Porrello Reynoso en febrero  de 1979 no cayó bien en la comunidad educativa y desencadenó otro calendario de luchas en la ADP. Se recuerdan las marchas del viernes 6 de marzo de 1979 donde se movilizaron más de 20 mil maestros en todo el país.


Procurado una salida a la crisis por tal designación, la sociedad civil, a instancia de la Sociedad de Bibliófilos que presidía el Dr. Frank Moya Pons, fue convocado un encuentro social al que asistieron representantes de la ADP, del gobierno y el periodista Rafael Herrera. Las autoridades pedían compás de espera e inicio de un diálogo. La ADP solución inmediata de los problemas. Pero no llegaron a ningún acuerdo.


Por mala asesoría, el gobierno intentó querer aislar políticamente a la ADP, reconociendo otros grupos magisteriales que no habían logrado desarrollarse y que por tanto ya no existían como tales. Todo esto estimulado por el equipo de Porrello.


Con mediaciones de funcionarios, se tuvo una entrevista con el gobierno el 30 de junio, “Día del Maestro” y se produjo un aumento general de salario mínimo nacional, elevándolo de 85 pesos a 110 pesos mensuales. Para los maestros primarios urbanos y del nivel secundario, el aumento no fue tan significativo, porque a penas recibieron un aumento de un 10%, es decir, 21 pesos en cada tanda, ya que ganaban 90 pesos en cada una. Pero en la zona rural fue muy significativo, porque se aplicó por primera vez el pago por tandas y los docentes que ganaban 150 pesos por dos tandas de trabajo, recibieron 70 pesos de aumento y lo más importante, la separación definitiva de sus tarjetas.


En el año 1980 fue celebrado el segundo congreso. En este período se destaca la confrontación con el Ing. Porrello Reynoso, por haber cancelados 116 dirigentes nacionales y municipales. El pliego de demandas de la época era aumento general de salario, implantación del plan de seguridad social, médica y de viviendas para los maestros, además de detener las cancelaciones. El seguro médico se consiguió cinco años  después, es decir, en 1985 y la seguridad social 20 años más tarde. A partir de este congreso la ADP celebró rutinariamente sus eventos de las elecciones internas, profundizando su tradicional compromiso con las reformas educativas.

 

La Asociación y las Reformas Educativas


Su participación en 1982 en la comisión que elaboró el proyecto de ley de educación, particularmente en dos aspectos muy específicos: principios y fines de la educación y control de la educación.  Su involucramiento en la crítica a la ordenanza 1-86 que implicó la suspensión de  la educación media renovada o de reforma, así como la suspensión de los llamados liceos de intermedia y la propia eliminación del subsistema del nivel intermedio. La ADP desempeñó un papel destacado en la crítica teórica de la reforma de la educación primaria y nuclearización así como en la crítica al intento de implementar un proyecto educativo de características exógenas conocido como Maharishi.


De igual manera participó y promovió durante los días 6, 7 y 8 de mayo del 1987 el primer congreso sobre la problemática educativa y alternativa de solución conjuntamente con la Secretaría de Educación y la Universidad Madre y Maestra. Se destaca también su participación en el análisis del proyecto de reestructuración  curricular del nivel medio, organizado por la Secretaría de Educación, el Instituto Tecnológico de Santo Domingo, entre otros, en octubre de 1988.


En el año 1990 participa junto a otras instituciones en la formulación del Plan Decenal de Educación,  en la convocatoria del Congreso de dicho plan; en la Comisión Nacional de Pruebas Nacionales; en la Comisión para el anteproyecto de la Ley de Educación y el legado especial de esta generación de dirigentes con la incorporación del artículo 141 de la Ley General de Educación 66-97, en el que se reconoce el derecho de los docentes a agruparse en asociaciones profesionales, académicas y afines conforme al precepto constitucional sobre el derecho de libre asociación y reunión, sin desmedro del cumplimiento de sus responsabilidades.


La ADP y sus perspectivas:


  Por la situación general de la educación, ligada a la situación particular del magisterio, se enfrenta ante un profundo deterioro de la calidad de la educación así como de sus componentes morales y éticos y encontramos en las escuelas muy disminuido el liderazgo del maestro y en proceso de entronización a la violencia, drogadicción y pérdida de valores.


La ADP debe establecer un pliego reivindicativo donde privilegie el cumplimiento de la Ley de Educación 66-97 y sus modificaciones con la 451-08. De igual manera, preservar y recuperar al SEMMA,  demandando sanción para sus desfalcadores y dar el salto cualitativo como Administradora de Riesgos de Salud –ARS-. Luchar  por llevar propuestas al INABIMA sobre nuevas conquistas y el retorno del dinero que tiene retenido las AFP. Que se aplique el Estatuto Docente y la conformación del Tribunal de la Carrera Docente. Luchar por la despolitización de las escuelas, instituyendo la promoción y ascenso a los maestros. Motivar la puesta en marcha del año sabático, con proyectos de investigación que sirvan de motivación al magisterio nacional y la recuperación y fortalecimiento del liderazgo de los maestros y maestras en la sociedad dominicana, así como recuperar la solidaridad y el sindicalismo clasista, retomando la formación sindical y la orientación permanente a sus miembros. Sería, a nuestro modo de ver, un gran regalo en este 45 aniversario de nuestra querida ADP.



La autora es Educadora y fundadora de la ADP.


 

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