¡EL SALARIO DEL DOCENTE QUE NO DA PARA VIVIR DECENTE

Por:Nelly Amador

 

La Ley General de Educación 66-97 expresa que es un deber del estado establecer las condiciones necesarias para que el profesional docente alcance un nivel de vida digno, un status y reconocimiento social acorde con su misión profesional y que disponga de los recursos y medios indispensables para el perfeccionamiento y el ejercicio efectivo de su labor.

 

Se consigna en dicha ley que el sueldo base del personal docente se establecerá teniendo en cuenta los siguientes factores: índices del costo de la vida y tasa de inflación en el ámbito nacional, determinados anualmente y en forma sistemática.

 

Es evidente que no se cumple con lo establecido en la Ley de Educación 66-97 y el estatuto docente en relación al salario. Consigna dicha ley, también, que los incentivos se revisarán periódicamente para hacer los ajustes adecuados a la variación del índice de precios del país. Y, de otra parte, el reglamento del estatuto del docente, vigente desde el año 2003 mediante el decreto 639-03, expresa que la remuneración de los docentes , cualquiera que sea la clasificación a la que pertenezca, se compondrá de una suma fija y otra variable, denominadas sueldo base e incentivos, respectivamente.

 

El salario básico será preestablecido con relación al conjunto de atribuciones y responsabilidades propias del cargo y categoría que se le confiere al docente; mientras los incentivos se definen como compensaciones salariales, debiendo el Ministerio de Educación reglamentar los siguientes: evaluación del desempeño, años de servicio y la titulación, es decir, el grado académico superior al requerido por el cargo y categoría dentro de la carrera docente.

 

Es de triste recordación la distorsión que hizo el Ministerio de Educación en marzo del 2012, donde no aplicó la evaluación del desempeño de los docentes, pero sí ejecutó un aumento desproporcional a sus funcionarios y técnicos, lo cual ha contribuido con alejar de forma desequilibrada al maestro del director regional, del distrital y de los técnicos, deprimiendo cada vez más el salario del docente.

 

Es inconsecuente escuchar a personeros vinculados al sistema educativo, decir que los maestros perciben un buen salario en comparación con otros países de la región. Cuando todos sabemos que lo que se ha hecho es violar la ley de educación y el estatuto del docente, al eliminar e incumplir lo pautado en cuanto al incentivo, tal y como ha ocurrido. También lo relativo a la evaluación del desempeño, sin que haya una explicación de por qué no se hace y no se aplica a quienes la tienen, lo cual es otra violación.

 

Está muy lejos de la verdad establecer que cientos de profesionales de otras áreas están en avalancha optando por ser maestros por los excelentes salarios que se pagan. Deben buscarse las causas en la situación económica y continua picada hacia la pobreza por falta de empleo que existe en nuestro país, como consecuencia de una política económica errada. Como también es política equivocada, pues el énfasis debe hacerse en la complementación de tandas de los maestros y la formación sólida que tienen quienes han estudiado magisterio, aunque con las deformaciones que se puedan arrastrar.

 

De igual manera debemos tener muy claro que el salario de los maestros hoy es producto de la lucha de su organización, no un regalo del partido y gobierno de turno.

 

Si al salario bruto que gana el maestro hoy se le descuenta el impuesto sobre la renta, seguridad social, el por ciento del plan de retiro, la cuota sindical,  entre otros, se reduciría más o menos un 10 a  un 12%. Esto implica que con un salario de unos 30 mil pesos el maestro tiene que pagar casa, transporte, alimentación, estudios de los hijos y de su propia autoformación. 

                                         

 ¿ Cree usted después de hacer la comparación con la canasta familiar que realmente se tenga un buen salario? 

 

Tenemos la convicción de que debe cumplirse con lo estipulado en la Ley de Educación y los reglamentos, además de que se trata de un trabajo que no permite buscar entradas complementarias, pues se debe laborar en dos tandas o en jornada extendida. Por todo lo anterior, concluimos en que no es verdad que el salario del maestro y la maestra en la República Dominicana sea uno de los mejores. ¡Debemos revisarnos y no distorsionar la realidad!

  

La autora es Educadora y fundadora de la ADP.

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