EN LAS VACACIONES APROVECHEMOS PARA FORMULAR LA PLANIFICACIÓN DEL AÑO ESCOLAR

 

Por:Nelly Amador

 

Ahora que entramos en vacaciones, es aconsejable aprovechar el tiempo y formular de manera entusiasta y participativa, una planificación acorde con los intereses educativos y las grandes aspiraciones sociales de cara al desarrollo sostenible que debe ser nuestra meta central. En tal sentido, continuamos con  esta reflexión sobre la temática curricular, esperando, como siempre, los aportes de todos y todas para enriquecer el debate.

 

La propuesta precedente que hemos compartido en dos entregas anteriores de partir de las nuevas y viejas alfabetizaciones en los procesos de revisión y actualización del currículo,  significa pues, centrar los esfuerzos, primero, en identificar las culturas de las que puede llegar a formar parte el alumnado y, segundo, en proporcionar una descripción de las mismas en términos de herramientas simbólicas, prácticas socioculturales y saberes. Y todo ello con el fin de utilizar esta descripción como guía y orientación para tomar decisiones sobre qué enseñar y aprender en la educación media. Las preguntas fundamentales en esta perspectiva son pues, las siguientes: ¿Cuáles son las culturas de las que tienen que poder llegar a formar parte los alumnos y alumnas al término de la educación media para no quedar al margen de la sociedad de hoy de mañana?, ¿y para poder construir y desarrollar un proyecto de vida satisfactorio?, ¿y para tener un desarrollo personal emocional y afectivo equilibrado?, ¿y para poder acceder a otros procesos educativos y formativos posteriores con garantías de éxito?; ¿en qué grado y con qué nivel de conocimiento y dominio de las herramientas simbólicas, las prácticas socioculturales y los saberes correspondientes deben poder llegar a formar parte de estas culturas?; ¿qué aprendizajes, definidos en términos de competencias y de saberes asociados a ellas, son necesarios para alcanzar el nivel de conocimiento y dominio pretendido en cada caso?

 

 

En resumen, la toma en consideración de estos apartados y ámbitos constituye únicamente, por así decir, la mitad del esquema propuesto. La otra mitad consiste en aplicar a cada uno de ellos las distintas dimensiones o ejes de reflexión, con el fin de decidir, en cada caso, qué es básico en alguno de los sentidos propuestos y qué no, o qué no lo es en el mismo sentido ni con la misma intensidad; qué es básico imprescindible y qué es básico deseable; qué responsabilidad tiene la escuela y qué responsabilidad tienen otros escenarios y agentes educativos en su adquisición y desarrollo; qué es absolutamente imprescindible garantizar en la educación media y qué es más propio de procesos educativos y formativos posteriores.


En resumen, la toma en consideración de estos apartados y ámbitos constituye únicamente, por así decir, la mitad del esquema propuesto. La otra mitad consiste en aplicar a cada uno de ellos las distintas dimensiones o ejes de reflexión, con el fin de decidir, en cada caso, qué es básico en alguno de los sentidos propuestos y qué no, o qué no lo es en el mismo sentido ni con la misma intensidad; qué es básico imprescindible y qué es básico deseable; qué responsabilidad tiene la escuela y qué responsabilidad tienen otros escenarios y agentes educativos en su adquisición y desarrollo; qué es absolutamente imprescindible garantizar en la educación media y qué es más propio de procesos educativos y formativos posteriores.
 


Como se ha dicho, todos los factores considerados en un verdadero Plan Maestro de Desarrollo Educativo han de concurrir a asegurar que el acto de aprendizaje se desarrolle con el más alto nivel de calidad.
 

 

En relación a qué se debe aprender, tradicionalmente se han considerado tres dominios principales son estos cognitivo, psicomotor y socioafectivo. Como se destaca el desarrollo curricular no asume el aprendizaje asociado exclusivamente al conocimiento en su sentido estricto, sino que comprende las habilidades y destrezas física (psicomotor) y lo que corresponde a los sentimientos y relaciones con los demás (socioafectivo). Actualmente tales dominios del aprendizaje han derivado hacia el concepto de competencia asociado a conocimientos, habilidades, actitudes o destrezas concretas en el marco de los dominios destacados y que muchas veces están asociadas a determinados desempeños propios de las actividades socio productivas. 

La autora es Educadora y fundadora de la ADP.

 

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