Hoy tuvimos una experiencia interesantísima al compartir con un grupo de profesores y profesoras de distintas comunidades, donde analizamos el proceso eleccionario de la Asociación Dominicana de Profesores –ADP--.
Todos y cada uno de los participantes estuvimos de acuerdo que la unidad es clave y garantiza los resultados más óptimos en cualquier proceso, por lo que planteamos que para garantizar las conquistas fundamentales de los maestros y las maestras es necesario actuar bajo el marco de la unidad, obviando las adversidades como fruto de las apetencias personales y pactando cosas tan claves como salario digno, que se avance en la entrega a tiempo del plan de retiro, corrección de las injusticias con los jubilados y las jubiladas, mejoramiento de la calidad del servicio del Seguro Médico para Maestros, priorización de la calidad en cuanto al proceso de formación y capacitación de los maestros, entre otros temas que discutimos con vehemencia, quedando clara nuestra decisión de ir unificados en el proceso que se avecina.
De mi parte, como ente moderador en este taller, les deseo mucha suerte y que su actitud contribuye con la democracia, permitiéndonos convertirnos en un ejemplo para los otros sectores sociales, políticos, religiosos, gremiales, etc., que requieren de la práctica de esta nueva cultura y pedagogía del trabajo mancomunado para todo lo que tiene que ver con el desarrollo humano a que aspira nuestra sociedad.
En hora buena nuestros maestros y maestras reflexionan seriamente sobre su práctica social y política y abrazan los propósitos comunes como banderas de lucha programática que necesariamente nos conducirá por el camino de conquistar las reivindicaciones de la clase que representamos y que redundará en beneficio de toda la colectividad nacional. ¡Que viva la unidad del movimiento sindical dominicano y de todos los sectores que son necesarios para alcanzar mejores niveles de desarrollo con rostro humano!
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