¿POR QUÉ DEGRADAR LOS FUNDAMENTOS  DE LA EDUCACIÓN DOMINICANA Y BORRAR LA HISTORIA DE LOS APORTES EN SU DESARROLLO PROCESUAL?  

Por:Nelly Amador 


Lamentamos profundamente que el Consejo Nacional de Educación haya aprobado un documento sobre cuestiones de futuro para los maestros-as dominicanos, que tocan sensiblemente los aspectos del proceso de formación y que pauta desde la perspectiva académica la estructura y aplicación curricular de las universidades involucradas en dicho proceso.


Es un contrasentido hablar de currículo y la transformación en nuestro sistema educativo sin tomar como base y referente histórico todo el andamiaje curricular producido a partir de la ejecución de Plan Decenal de Educación 1992-2002, en cuyos fundamentos se plasmaron justamente las aspiraciones de la sociedad con respecto al perfil del docente que se desea, la filosofía educativa y la concepción del sistema educativo que debe implantarse a los fines de alcanzar los propósitos formulados.


Una simple definición de perfil nos refiere en materia del talento humano, al conjunto de rasgos peculiares que un puesto de trabajo engloba a nivel de educación, nivel de formación, experiencia y habilidades intelectuales y/o físicas, para una persona en su desenvolvimiento laboral.


De lo que se trata es que en nuestro país se tome la integralidad para la formación del docente a que aspiramos, sin las limitaciones que implique una especialidad para el desempeño en los niveles y modalidades educativas en que deba desarrollar su labor cotidiana. Y que no tiremos al zafacón el perfil ya sistematizado del docente que queremos y resumen los fundamentos del currículo en el marco de la transformación curricular llevada a cabo en nuestro país, del cual resumimos lo siguiente:


Con graduación universitaria en el nivel de formación inicial requerido por el sistema, y con la capacidad de desempeñarse en el trabajo con dominio de sus funciones, tanto pedagógicas como administrativas, con buen dominio de los contenidos y metodologías.


Que tenga capacidad de aprendizaje y un espíritu crítico e innovador que le permita valorar las nuevas corrientes e incorporarlas a su práctica, con el objetivo de hacer el mejor aporte posible a la comunidad educativa a la que pertenece.


Que sea íntegro, capaz de servir de modelo y de ejemplo a sus alumnos y a los que trabajan en su entorno. Que tenga capacidad de actuar con ecuanimidad y equilibrio, que exprese su identidad con la cultura nacional, y sensibilidad social en sus prácticas y actividades y con los seres que le rodean.


Que sea respetuoso de su entorno y siempre comprometido con la excelencia. Que sea un individuo capaz de integrarse a una comunidad y de comprometerse con una visión de excelencia. Con capacidad para examinar críticamente y para transformar su práctica docente.



Por otro lado, en el marco de la reforma curricular, se expresa en el tomo I de los Fundamentos del Currículo, el perfil del maestro y la maestra en las tres dimensiones siguientes:


Dimensión Personal o Antropológica:

Se reconoce un sujeto de posibilidades y limites que contribuyen permanentemente una personalidad original, con un dinamismo interno que posibilita cambios en si mismo, en los otros y en el entorno sociocultural, asumiendo esta dimensión del cambio como una práctica de vida.


Conoce la realidad que le es cercana y se percibe a si mismo como parte de ella, con valores y actitudes que expresan su sentido de pertenencia a una familia, a la comunidad local, regional y mundial.


Desarrolla en si mismo, en si misma, y en los otros(as), el sentido critico, reflexionando con responsabilidad sobre los hechos, las acciones y actitudes; preguntándose el por que y para que de las cosas, en una permanente actitud y practica evaluativa sobre su rol y el trabajo de los y las estudiantes.


Dimensión Pedagógica:

Facilita la construcción del conocimiento, mediante procesos de aprendizaje significativos, relevantes y pertinentes.


Aplica metodologías basadas en el principio de globalización y atiende las necesidades y problemas de aprendizaje de los alumnos y las alumnas y de cada uno y una en particular.


Toma en cuenta los conocimientos previos de los y las estudiantes, facilita la articulación de estos con el saber acumulado.


Promueve en los demás el trabajo en equipo, como instrumento de creación colectiva de conocimiento y un mayor acercamiento a la verdad.


Propicia metodologías de preguntas, de exposición, de solución de problemas naturales y sociales, como fuente que proporciona datos e informaciones, con los cuales los y las estudiantes reinterpretan permanentemente la realidad.


Reflexiona personal y colectivamente la práctica pedagógica y reelabora permanentemente el estilo de ser maestros o maestra, incorporando a su práctica las innovaciones producidas con el campo de la psicopedagogía y las que demande la sociedad en un momento concreto de su desarrollo.


Identifica problemas relacionados con los procesos educativos en el aula, en la escuela y en el entorno, y diseña alternativas de solución a los conflictos y problemas.


Organiza los procesos de aprendizaje que posibilitan la integración de todos los actuantes en la planificación, selección de estrategias, procedimientos, metodologías, teorías, recursos y crea las condiciones para que todos participen en la conducción y evaluación de cada momento, así como del proceso en su conjunto.

 

Dimensión Socio-Cultural:

Entiende la escuela como un espacio de socialización y creación de una cultura democrática, de construcción de un proyecto humanizador de mujeres y hombres, de sociedad y de país.


Promueve la autogestión de procesos y la descentralización en el ejercicio de la autoridad y el poder, compartiendo en diferentes roles las responsabilidades del trabajo de aula.


Promueve la participación de la comunidad local en la cual los padres, las madres y las organizaciones comunitarias se convierten en corresponsales de las actividades escolares, orientadas a mejorar la calidad de vida, la defensa de sus derechos y la practica de sus deberes

.

Valora las diferentes expresiones culturales cognitivas y artísticas como medio para el desarrollo integral de los sujetos.


Siempre hemos aspirado a que el perfil del maestro esté claramente identificable para que éste se empodere de él y surjan los cambios.


Finalmente queremos conocer las opiniones de nuestros pedagogos y de los directores de las facultades de humanidades de nuestras universidades, con respecto a las decisiones del Consejo Nacional de Educación en la aprobación del documento a que hemos hecho referencia. Esperamos las reacciones y comentarios para aportar al debate y al crecimiento colectivo.-

 

La autora es Educadora y fundadora de la ADP.

 

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