MACHETE VERDE TRAS EL PODER,AFIRMA VICTOR CRUZ

Santo Domingo, D.N.- El Presidente del Partido Verde Social Cristiano PVSC, EL MACHETE VERDE, proclamo  la necesidad de construir en la Republica Dominicana un gobierno Social Cristiana, respetuoso de las leyes de Dios y que trabaje por la dignidad, la libertad y la justicia social, en un recorrido que realizo durante el fin de semana el Líder de los Verdes Social Cristiano dijo que los partidos tradicionales que han gobernado la nación le han fallado a las leyes universales del hombre.


El Licenciado Víctor Cruz reafirma a  Ciencia de su deber y obligación puede tomar una actitud que, en una situación dada, no coincida con el sentimiento de la mayoría de los. gobernados; pero éste tiene que ser un hecho excepcional, de­berse a razones morales indiscutibles y, en definitiva, conducir a la reanudación del diálogo, porque sin ese diálogo constante el funcionamiento de la en­tidad democrática en realidad no existe.


Al mismo tiempo, el reconocimiento del pueblo como entidad fundamental dentro de la vida demo­crática destaca la importancia del sentido teleológico, finalista, de la democracia. Se ha dicho muchas veces, glosando la frase de John Lincoln, que la democracia es gobierno del pueblo, ejercido por el pueblo mismo o sus representantes, y para el beneficio del pueblo. La finalidad del gobierno es elevar, favorecer al propio sujeto colectivo que integra el cuerpo político, el Estado.


De esta manera, el demócrata-cristiano, o cualquier demócrata verdadero, no puede entender la demo­cracia si dentro de ella el progreso adelantado o desarrollo no tiene una orientación final.

El desa­rrollo no puede ser una simple acumulación de bienes y servicios, ni se agota en el aumento de la producción de riqueza. El desarrollo es un proceso que ha de estar orientado —como está orientada toda la actividad del Estado democrático— hacia el mejoramiento del pueblo y la satisfacción de las necesidades y aspiraciones de la comunidad.


Tercera acepción, como en el ingléspeople, esto es, la gente. Pueblo somos todos; no sólo la gente que más carece, que más necesita, que más sufre, sino todos los asociados. Podríamos decir que los que menos tienen y más sufren son más pueblo, representan más característicamente la idea de pue­blo, porque aisladamente no influyen mucho; pero sólo la comunidad orgánica que a todos comprende constituye el sujeto del poder público dentro de la vida común.


Para nosotros los sociales cristianos organizados en el machete verde La valoración del concepto de la persona humana constituye uno de los elementos más característicos de la Democracia Cristiana dentro del pensamiento político de nuestro tiempo. Nosotros, por definición, por principio, por esencia, somos no sólo ajenos, sino contrarios a todo lo que envuelva menoscabo, disminución de la dignidad de la persona humana. Por eso, la demagogia es un recurso incompatible con la filosofía y actitud de la Democracia Cristiana; porque ella supone, no la elevación del pueblo, sino su relajación, su corrupción, su utilización como instrumento para lograr determinados fines; no la elevación de los elementos fundamentales de la con­ciencia, sino la exaltación de instintos y sentimientos primarios, para manipularlos y usarlos en favor o en contra de determinados objetivos, relegando a la condición de instrumento a los que deben ser sujeto de la vida social.

La idea misma de la dignidad de la persona humana conduce a la necesidad del diálogo y con­sideración permanente entre gobierno y pueblo; si el gobierno es la representación del pueblo, debe interpretar su voluntad. admite que puede haber un momento en que el gobierno.


 

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