LOS ALTOS PRECIOS DE LOS COMBUSTIBLES, UN IMPUESTO DIRECTO, ABUSIVO E ILEGAL QUE EL GOBIERNO NO LE PUEDE EXPLICAR AL PUEBLO.

Por Sandino Bisonó


El Gobierno no ha conseguido una manera creíble para justificar los precios actuales de los combustibles y por eso vemos al Ministro de Industria y Comercio (MIC), José  Del Castillo Saviñon inventando formulas para que el pueblo se trague los precios actuales de las gasolinas, el gasoil  y el GLP, por lo que en esta ocasión le ha echado mano al verano, diciendo que es la época del año el causante de los altos precios, cosa risible si fuera un chiste, pero la realidad es  que esa patochada le cuesta al pueblo cada semana más de RD$ 1,000 millones.


La semana pasada cuando se esperaba una baja sustancial en los precios de los carburantes de por lo menos RD$30 en el galón de las gasolinas y 40 en el gasoil y 18 en el GLP, como una burla de quien tiene el poder en sus manos, las rebajas fueron mínimas sin pasar de los RD$2, lo que fue interpretado por la población consumidora como una abuso de poder alevoso.

No se justifican los niveles de precios actuales y por eso tenemos la canasta básica y el mercado en general disparado porque todos sabemos cómo incide los precios de los hidrocarburos en la economía general de un país, por lo que es inaceptable qué esta semana el pueblo pague RD$213.50 por el galón de Gasolina Premium, es decir, 81.24% más que en diciembre de 2008; RD$196.00 por la Gasolina Regular, con un sobre precio de 81.48%; RD$152.90  por el Gasoil Premium, con 40.28% de sobre precio; RD$144.50 por el Gasoil Regular, 43.07% más, y RD$77.20 por el alón de GLP, con un sobre precio de 54.40%. Lo que significa  que el gobierno  obliga  al consumidor  a sobre pagar el galón de gasolina Premium con $96.00 pesos, RD$ 88.00 pesos  a la regular, y RD$ 28.00 el gas licuado de petróleo, para citar ejemplos.


El sobre precio es un factor negativo en la vida de  los dominicanos que ven como se eleva la comida y los servicios, devaluando el salario de los trabajadores y la calidad de vida e incide en la falta de competitividad de los sectores productivos y el estancamiento de las exportaciones, siendo parte de la explicación porque la República Dominicana compite con muy pocos países,


 Una queja común ha sido la poca transparencia en la fórmula aplicada para fijar los precios, en el momento en que la gasolina Premium estableció el récord de RD$100.20 por galón, en los dos tipos de combustible que entonces se comercializaban en el país, la presión de los impuestos sobre el precio final era de 23.8% y 21.5%. Otros derivados, entre ellos el gas licuado de petróleo (GLP) estaban exentos de impuestos. Ahora, cuando la tasa de cambio es un 9% más barata y el costo del crudo un 163% más elevado, las cotizaciones de las gasolinas son más altas en 138.4% y 132.6 % que hace una década, en un mercado donde ya todos los derivados de petróleo de consumo masivo tienen cargas impositivas y la población global tiende a dudar de la “imparcialidad” de los precios finales que cada semana fijan las autoridades encargadas. 

Desde que en el año 2000 fueron incorporados al núcleo de bienes y servicios gravados, con la Ley 112-00, los combustibles se han convertido en una de las principales fuentes de recaudaciones fiscales, condición que fue reforzada con la Ley 495-06, la cual estableció un impuesto ad valorem de un 16%, una carga adicional para los derivados ya alcanzados con la legislación anterior, y de inclusión para algunos subproductos, como el gasoil, que estaban exentos.

En la actualidad, los impuestos a los combustibles representan la segunda mayor fuente de captación por impuestos sobre mercancías y servicios, solo superado por el Impuesto a las Transferencias de Bienes Industrializados y Servicios(ITBIS). 

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