POR DIOS, EVALUEMOS Y RETOMEMOS  EL PACTO POR LA EDUCACIÓN!    

 Por: Nelly Amador


En la República Dominicana se ha adoptado una nueva metodología para asumir la solución conjunta de las situaciones problemáticas que nos aquejan. Y, en tal virtud, la concepción de los “pactos” o los “acuerdos” ha tenido preponderancia en este proceso de vender como consenso las decisiones que asumen al respecto. De ahí que se hable de “pacto eléctrico”, “pacto educativo”, “pacto fiscal”, etc., etc.-


Precisamente se hace necesario poner en agenda el pacto por la educación, para que sea evaluado desde dos vertientes: a) qué se ha logrado y b) qué debemos priorizar ahora que ya estamos hablando de presupuesto y en pleno desarrollo del inicio de un nuevo año escolar.


Y, en la evaluación de hasta donde se ha logrado el cumplimiento y ejecución de nuestro pacto educativo, hay que tomar en cuenta las consecuencias, que no basta con que sólo haya veeduría y que mucho menos no debe primar sólo la “evaluación”  por el Ministerio de Educación. En ese sentido, debe revisarse la construcción y equipamientos de escuelas, los espacios que se han seleccionado para construir las mismas, pues hay varias quejas de escuelas hechas muy lejos de la comunidad que las demandó o con mucho más aulas de las que realmente se necesitan. Entendemos que éstas no deben construirse con un solo molde, con un solo patrón, sino de acuerdo a las reales necesidades comunitarias y no deben hacerse sin canchas deportivas, cocinas, bibliotecas, salón  de reuniones de profesores, comedor. ¡O de lo contario no vale la pena! También debe evaluarse los terrenos, quién los vendió, por qué los vendió en condiciones tan exageradas.


Otra cuestión que debe revisarse es con referencia a la alimentación escolar, que incluye desayuno, almuerzo y merienda. Lo justo es que esta última sea eliminada porque se sirve cuando ya el niño va para su casa y elevar de mayor calidad y cantidad el desayuno y el almuerzo, donde los estudiantes reciban los nutrientes, calorías y vitaminas adecuadas para el proceso de enseñanza-aprendizaje. Justamente, tanto el desayuno como el almuerzo deben ser sometidos a una evaluación, para que sean servidos con dignidad y que los envases en que se sirven sean los más apropiados. Que no se lleven alimentos desde grandes distancias que provocan su degradación y cuyo consumo perjudica la salud humana, tal y como hemos visto en los últimos tiempos.


Los maestros y los padres están en la obligación de empoderarse sobre esto, especialmente los padres, para que a sus hijos no se les dé este tipo de alimentación, que repetimos, no es una dádiva, sino fruto de los impuestos que todos pagamos.


Es aconsejable, también, evaluar y planificar en las escuelas lo relativo a la asignación de los libros de textos para los estudiantes, pues en algunas escuelas se están llevando libros que no se corresponden, en muchas ocasiones a destiempo y a veces de los llamados integrados, que ya creíamos haber superado esta pesadilla. Y esto, que no a todas las escuelas llegan las escuelas.


Es necesario que los libros que reciben lo estudiantes se haga con el compromiso de los padres en forrarles y cuidarlos junto a los estudiantes para que sirva a otros y se deje la práctica de cada año se deba imprimir nuevos por no saber cuidar los anteriores.


Recomendamos que los padres nos incorporemos al comité de veeduría para que nos empoderemos, no aceptando las manipulaciones políticas, incluso cada una de as escuelas debe preparar su propia biblioteca, por ejemplo, con la entrega de notas, los comités de cursos pueden programar que cada uno de los cursos vaya pasando los libros a los siguientes y constituir las bibliotecas.


Finalmente, hay otros elementos que ya pactados deben presupuestarse en el plan de acción para cada año, como por ejemplo la capacitación de los docentes para quienes están en el sistema, privilegiando los diplomados y cursos en áreas específicas, de manera directa con los maestros en las aulas para sus aportes a la calidad educativa, integrando a todo un personal capacitado que esté al servicio de estos docentes, sin la única opción de las llamadas especialidades en maestrías y doctorados, sino que también se asuma una capacitación que puede ser de manera coyuntural con respecto a las demandas y necesidades de los docentes.


Que las escuelas de jornadas extendidas dispongan del personal que como talleristas estarán impartiendo los contenidos en áreas como música, bellas artes, deportes, la enseñanza de idiomas desde los primeros años, entre otros aspectos,  lo que permitirá a los maestros tener el tiempo necesario para la programación cotidiana que deben hacer, enmarcada en la evaluación concurrente con sus alumnos.


Es atinente a la ética y respeto al presupuesto de la nación,  que en este año escolar el Ministerio de Educación elimine los famosos bonos, pues esta no es una función educativa, sino el involucramiento con la agenda de desarrollo del proceso y de todos los actores que tienen que ver con esta deseada meta.


Abogamos para que retomemos el pacto educativo, hagamos una evaluación conjunta y programemos las acciones-metas que sean pertinentes, a los fines de ejecutar un verdadero plan de trabajo en apoyo al sistema educativo en particular y del desarrollo social y económico del país en general. ¡Ojalá que en esta evaluación no nos quememos como en otras!

 

La autora es Educadora y fundadora de la ADP.

 

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