Por Rafael Frias Kelly
Hace tiempo vengo escuchando que hay una modalidad delictiva que consiste en que reclusos llaman desde las cárceles a ciudadanos con el propósito de que estas personas incautas, recarguen los móviles de personas privadas de libertad y de esta manera continuar cometiendo sus fechorías.
Solo había escuchado diferentes experiencias de personas que afirmaban haber sido víctima de estos casos.
También había odio a comunicadores de la Radio y la Televisión referirse a esta modalidad.
Ahora quiero contarles una experiencia que tuve de manera directa y personal con una de estas llamadas recibida por mi hijo menor de 14 anos , la cual me pasó para que yo manejara ese caso.
Un desconocido llamó al móvil de mi hijo menor de 14 anos y le solicitó que lo ponga en contacto con un adulto, porque se acababa de ganar un jugoso premio, deRD$100,000,( Cien Mil Pesos Oro).
Le comunicó el desconocido, que sólo debía dar unas instrucciones para que el beneficiario se dirija a uno de los Bancos más populares del país para cobrar el dinero.
Le presté atención a lo que mi hijo me dijo y tomé su aparato celular y conversé con el emisor , quien de inmediato me participó del gran premio que me había ganado.
Sin perder tiempo. me pidió que anotara en un papel , los requisitos para dirigirme de inmediato a la sucursal bancaria a retirar el jugoso premio en metálico.
Se imaginarán ustedes que mientras buscaba papel y un bolígrafo, la persona se quedó en línea esperando que consiguiera donde escribiría sus instrucciones.
Me solicitó que escribiera sus instrucciones al pie de la letra ,para de esta manera garantizar que recibiera mi premio.
Me repetía una y otra vez que no hablara con nadie de esto hasta que no cobrara el dinero,
Las instrucciones que me dictó me hicieron recordar mí tiempo de estudiante. Hacia años que no tomaba un dictado tan riguroso.
Fueron las siguientes:
1.-Anotar el nombre de la Representante del Banco autorizada a pagar el premio.
2.-Anotar los nombres del Gerente Propietario y de la Empresa que otorga el premio.
3.-Anotar el nombre de la persona o promotor responsable,
4.-Dirigirse de inmediato a a un establecimiento comercial a comprar un sobre de leche que llamaremos, Lido Crecimiento, ocultando el nombre real del producto.
5.-Comprar dos Chips para recargar móviles de una marca conocida ,en este caso color naranja.
6.-Anotar un número o Código del supuesto premio.
Luego de escribir todas sus instrucciones, tuve que leerle de nuevo porque cualquier detalle no tomado de acuerdo al dictado evitaría el cobro de mi extraordinario premio.
Al cumplir sus requerimientos , el interlocutor me pidió entonces, que saliera de inmediato o llamara a un establecimiento comercial (colmado) para proceder a la compra de dichos productos.
Me advirtió entonces que debía siempre llevar conmigo, el teléfono móvil, creo que para monitorear acústicamente el ambiente que me rodeaba, hasta llegar al colmado donde adquiriría los productos indicados.
Veinte o veinticinco minutos fue lo que recibí para concretizar su petición. Mientras esto sucedía, él esperaría en línea hasta que yo le informara que estaba listo para continuar la operación.
En este punto no quise seguir las instrucciones del supuesto delincuente, porque ya sabía que la historia concluiría cuando con los chips de la compañía telefónica procediera a recargar el teléfono móvil del delincuente.
Entonces decidí llamar a la Proveedora del Servicio Móvil de mi hijo y reporté lo que acontecía.
Mientras hacía dicho reporte, se mantuvo abierta la línea entre el móvil de mi hijo y la persona que llamó, esperando claro está la información de que había comprado los productos y básicamente los chips, que evidentemente era el propósito de la estafa.
El Representante de la Telefónica tomó los números de los móviles envueltos en el caso y se comprometió a procesar mi reclamación. Mientras duró todo este proceso, observaba en la pantalla del móvil de mi hijo, el número de donde se originaba la llamada.
Finalmente interrumpí la comunicación.
De manera increíble esta persona duró mas de veinte minutos, con su teléfono abierto, esperando que yo cumpliera con su macabro plan.
Me pareció que era toda una oficina instalada, porque escuchaba en el ambiente, como conversaban con otras personas y le pedían lo mismo que a mí.
Espero que el reclamo que encaminé sirva para algo, porque todos los datos para detener esta posible RED se la di a mi compañía proveedora de Servicios.
Me imagino que ellos darán cuenta a las autoridades de esta experiencia/.
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