EDITORIAL
Lamentamos profundamente que a la modelo Bianka Hazim Madera se le haya aplicado una dura medida de coerción consistente en prisión preventiva por tres meses en la cárcel de Najayo.
Una joven de apenas 23 años, que pudiera ser perfectamente la hija de cualquiera de nosotros.
Pero lamentablemente Bianka cometió un grave error que le pudo costar la vida a cualquier persona ajena a los acontecimientos que ella patrocino. Bianka debe pagar por ello.
No son pocas las personas que han perdido sus propias vidas, o causar daños a otras personas por haber cometido el grave error de conducir en estado de embriaguez.
Lo correcto con esta joven modelo es orientarla, como diferentes sectores han pedido, pero es adecuado también aplicarle medidas de coerción.
Coerción y Orientación constituye el binomio adecuado en el caso de la joven modelo.
Esto se constituirá en un ejemplo
para ella y amiguitos de su generación que han sido tentados para separarse del camino correcto.
Escribir comentario