victor cruz al presidente   medina

Santo Domingo R.D.
28 de Febrero del 2016

 

Carta pública de Víctor Cruz a su presidente Danilo Medina por el discurso del 27 de febrero de 2016, en rendición de cuentas al Estado Dominicano.

 

Lic. Danilo Medina Sánchez

Presidente de la Rep. Dom.
Palacio Nacional 
      

Excelentísimo Señor Presidente:

 

 

 

 El Partido Verde Social Cristiano, PVSC, EL MACHETE VERDE, organización política liada al partido de la Liberacion Dominicana y al Bloque Institucional Social Demócrata (BIS), valora su pieza oratoria y lo invita a reflexionar.

Gracias ilimitada

Porque por gracia sois salvos por medio de a fe; y eso no de no­sotros, pues es don de Dios. Efesios 2:8.

 

Un operario que vivía en Londres había llegado a un estado de ceguera casi completa. En su angustia, consultó a un oculis­ta. "Yo no puedo hacer nada, pero le recomiendo un especialista, el Dr. W., de la calle Harley. Si hay alguien puede curarlo, será ese of­talmólogo. Pero, al ir a verlo, lleve una bolsa llena de dinero, porque sus honorarios son elevados".

 

El afligido hombre retiró del Banco todos sus ahorros, que su­maban apenas veinte libras, y fue a consultar al Dr. W. Después de examinarlo, el especialista le dijo:

 

—Sus ojos están en precarias condiciones. Usted debería haber venido mucho antes, pero creo que todavía podré hacerle recobrar la visión perdida. No sé, sin embargo, si podrá pagar mis honorarios. Nunca cobro menos de cien guineas (antigua moneda inglesa de oro) por esta operación.

 

—No tengo tanto dinero —respondió el paciente desolado—. Pe­ro aquí traigo veinte libras, que es todo lo que poseo.

—Lo siento mucho —respondió el especialista—, pero no puedo reducir mis honorarios.

 

—Entonces, viviré en tinieblas el resto de mi vida —dijo el pa­ciente, con amargura en la voz, levantándose para irse.

Pero, cuando se levantó para irse, el cirujano le dijo:

—Amigo mío, yo no puedo aceptar sólo veinte libras por la ope­ración. Usted no podrá pagar los honorarios que acostumbro a co­brar, pero hay una solución que yo creo satisfactoria. Si me permite, le haré la operación gratuitamente. ¿Qué le parece?

 

Quedó atónito y los ojos se le llenaron de lágrimas por esta gra­cia inesperada y exclamó: "Que Dios lo bendiga, doctor, por su gene­rosidad". La operación fue realizada y el hombre recuperó la visión. Una profunda gratitud era su única deuda, pues bien sabía que jamás tendría recursos suficientes para pagar la operación.

 

Algo idéntico ocurre con todos los que desean obtener la cura de la ceguera del pecado. Con nuestros propios recursos no podemos pagar al gran Médico, pero en su misericordia él nos ofrece la cura gratuitamente. Todo lo que necesitamos hacer es permitir que su gra­cia transformadora actúe en nosotros.

 

Esperamos señor presidente que esta reflexión de hoy 28 de febrero último día del mes nos ayuden a recuperar la visión perdida, también a que usted llegue a sus amigos y colaboradores que le aprecia, 2500 movimientos políticos que usted le llama el poder de los externos, 22 partidos políticos que le acompañamos en la pasadas elecciones y 11 partidos políticos miembros del bloque progresista que aportaron sus votos, su economía, sus sudores los colegios electorales y que producto de la ceguedad de su entorno han sido bloqueado para que no se beneficien de su gobierno en nada.

 

Aprecio de corazón:

 

Licenciado Víctor Manuel de la Cruz.
              Presidente


Victorcruz2009@gmail.com

 

 

 

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