A DIOS QUE NOS COJA CONFESADOS

Editorial

Así reza un viejo refrán y al parecer esa expresión la deberán decir cientos de miles de dominicanos que viven en las proximidades de estaciones que expenden gas propano. 

En menos de un mes han explotado tres negocios similares.  Mas de diez personas  fallecidas, heridos ni contar y pérdidas millonarias. 

Definitivamente la gente tiene que empoderarse y comenzar a defender sus propias vidas luchando en las calles, si es necesario ,para que no continúen operando establecimientos de este tipo en los alrededores de sus residencias. 

Las autoridades están en el deber de realizar un inventario minucioso de estos negocios. Los que nos califiquen debe disponerse su traslado de inmediato a lugares seguros.

Lo primero que se debe preservar es la integridad física y las vidas de las personas. 

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