LOS ZIGZAGUEOS DE UNA INVOLUCIÓN QUE NOS HACEN RECOGER LO BOTADO COMO SI FUÉSEMOS APRENDICES DE RUMIANTES

Reflexiones

Por: Nelly Amador

 

Después de la polémica que se produjo sobre los textos integrados durante la gestión 2008-2012, en donde quedó demostrado que no eran pertinentes en el sistema educativo dominicano, tal y como concluyó la comisión designada para evaluar estos textos, sacados de las escuelas, devolviendo patanas de libros; nos sorprende hoy en día la información de que se esté trabajando en una edición de tales textos, lo cual es erróneo, es un  volver a lo mismo.

 

Creemos que por el contrario deben imprimirse todos los libros de texto de acuerdo al currículo, es decir, textos de cada una de las asignaturas: sociales, lengua española, matemática, ciencias de la naturaleza, cívica, etc., en cantidad suficiente que permita entregar un juego de libros a cada estudiante, no como ha pasado en los últimos años enviando libros viejos, integrados o no integrados, y a penas unos cuantos. Si fuese así, lo que deben hacer en las escuelas es armar una logística, en donde los padres y madres participen y asuman, junto a sus hijos, el cuido y guarda de  estos materiales  y que sirvan para años posteriores.

 

Si vamos a persistir en que va a hacerse una impresión de textos integrados con el mismo estilo como se había elaborado los anteriores y donde se entregaba a algunos niños, sin ningún rigor o garantía del cuido, lo que genera es una mayor confusión, además de que solo se imprimió textos para el sector público, pues el sector privado sigue con su opción de obtener los textos que les interesen, sin medir la cantidad de recursos que inviertan.

 

Creemos que la comisión de veeduría del pacto educativo y la Asociación Dominicana de Profesores –ADP-- debe intervenir de inmediato a los fines de que el Ministerio de Educación informe sobre esta denuncia y diga con claridad cuáles son los libros de textos que se bajarán a las escuelas y el tiempo puntual en que  en los centros se dispondrá de este tipo de material.

 

Los sectores nacionales interesados deben participar en la licitación para la impresión de libros de textos, no como en años anteriores, en donde imprimieron miles y miles de biblias, amén de que no se sabe exactamente la inversión que hubo de hacer el estado dominicano, cuestión que se ha convertido en una forma de dispendio de fondos públicos y de los asignados en el presupuesto de educación como manda el 4%.

 

Merecemos y queremos cuentas claras. El país necesita información confiable, veraz y oportuna de parte del Ministerio de Educación

 

 

La autora es Eucaora y funaora e la ap

 

 

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