EL USO Y APLICACIÓN DE LA TECNOLOGÍA EDUCATIVA EN LA REPÚBLICA DOMINICANA,

Reflexiones

¡¡¡UN SELFYE EN EL QUE DEBE MIRARSE EL MINISTERIO DE EDUCACIÓN!!!

 

Por;Nelly Amador

 

Hace tres años que publicamos la obra “La Educación Dominicana: un Problema para Resolver Ahora”, y uno de sus capítulos trata sobre la tecnología, en el cual sostenemos que en el mundo de hoy es imposible hablar de educación sin tocar el elemento de la tecnología. Las Tecnologías de Información y Comunicación –TICs-- en la Educación es un factor muy interesante para elevar la calidad de la educación y por ende contribuir al desarrollo del país. La presencia de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación en la sociedad y en el sistema educativo constituyen un dato innegable en los últimos años, cuyo impacto ha provocado una suerte de revolución en la economía, la política, la sociedad y la cultura, que ha transformado profundamente las formas de producir riquezas, de interactuar socialmente, de definir identidades y de producir y hacer circular el conocimiento. Luego entonces, una simple definición de tecnología es la aplicación de los conocimientos científicos para facilitar la realización de las actividades humanas.

 

Creemos que la tecnología en la educación ha de beneficiar a los alumnos para hacer simulaciones en la construcción de conocimientos científicos, desarrollar aprendizajes a distancia, puede constituirse en un recurso usado en la docencia, calculando las horas de trabajo asignado a los estudiantes, mediante foros, intercambios y seguimiento.

 

Sirve para retroalimentar, capacitar y actualizar a los docentes, que el sistema puede aprovechar para crear un seguimiento eficiente y oportuno, mediante redes de monitoreo de las prácticas educativas, experiencias pedagógicas exitosas y así poder dar atención a todos los factores que inciden en la mala calidad de la educación.

 

Aplicarse en el desarrollo de proyectos con programas especializados en bachilleratos técnicos virtuales de diferentes ramas; en la ejecución de programas de alfabetización para adultos, combinándolos con sus vivencias cotidianas en su entorno familiar, con la misma escuela y con su trabajo. Esto es posible con buena gerencia y un personal creativo, innovador y comprometido.

 

También en el establecimiento de un sistema que contenga toda la programación para poder alfabetizar a los niños y niñas que están en el primer ciclo del nivel básico y que debido a la promoción automática no saben leer y escribir.

 

Que contribuya a la formación de las personas para erradicar el analfabetismo digital, la brecha que separa a las personas y que aprendan a manejar el computador, redacten documentos, hagan presentaciones en diapositivas, entre otros. De igual manera, contribuya a superar los viejos programas educativos que se ofrecen a distancia a través de la radio, utilizando esta vez una tecnología que permita a estos grupos utilizar la videoconferencia en la enseñanza de las ciencias básicas, simulaciones, experimentos, etc.

 

Recientemente hemos escuchado al Ing. Hiddekel Morrison, a propósito de su nuevo libro sobre tecnología y educación, sustentar que en nuestro país el uso y acceso masivo a las tecnologías contribuirá significativamente a la desaparición de los lápices, cuadernos y pizarras convencionales. Este es un deseo popular que lamentablemente tropieza con escollos puntuales como la ausencia de plataformas adecuadas, energía eléctrica eficiente, servicios profesionales de maestros y técnicos para la capacitación, el analfabetismo digital al que hicimos referencia, entre otros no menos importantes aspectos, que como “virus destructores” impiden el avance del sistema y nos proyectan décadas más adelante para lograr estos propósitos.

 

Sería pertinente que el Ministerio de Educación evalúe la factibilidad en la utilización de las tecnologías de la información en estos asuntos nodales de la formación de los docentes, con todos los elementos que conlleva para una optimización de recursos, lo que podría dar mejores resultados que la simple importación de talentos humanos para dicha capacitación docente.-

 

 

La autora es Educadora y fundadora de la ADP

 

 

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