EDITORIAL
Los cambios de funcionarios en la administración pública siempre son importantes. Educación no escapa a esa realidad.
La permanencia de un Ministro por mucho tiempo anquilosa el sistema, perpetua vicios endémicos y endiosa a un grupo de cercanos colaboradores, que consideran que son los dueños de la razón y de toda la verdad.
Algo parecido estaba sucediendo en el Ministerio de Educación en la administración de Carlos Amarante Baret.
Un grupo de funcionarios llamados a preparar los concursos de oposición, para la contratación del personal docente necesario en las nuevas escuelas, pretendieron imponer sus posiciones para violentando el Estatuto docente, solo reclutar maestros y directivos identificados con el partido en el gobierno, es decir, directores de centros, supervisores de distritos , Técnicosdocentes y Directores Regionales.
La Asociación Dominicana de Profesores, ADP, se vio precisada a retirarse de la comisión que forma parte para la preparación de estos concursos. Ante la decisión del gremio que aglutina a los maestros y maestras , al Ministerio no le quedo mas remedio que posponer la celebración de estos concursos.
El próximo lunes, el nuevo Ministro de Educación, arq. Andrés Navarro hará una visita a la Asociación Dominicana de Profesores , ADP, a su sede central.
Saludamos esa iniciativa del Ministro y albergamos la esperanza de que los vicios heredados de administraciones educativas anteriores sean corregidos.
Albergamos la esperanza de que el arq. Navarro tienda un puente permanente de entendimiento con la ADP, libre de banderías políticas
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