CAPACITACIÓN DE MAESTROS Y MAESTRAS, UNA NECESIDAD QUE DEBEMOS ATENDER AHORA

Reflexiones

Por:Nelly Amador

 

Como se está hablando de revolución educativa, debe hacerse una verdadera revolución en capacitación  de los y las maestros y para lo cual hay que hacer muchas rupturas y usar todos los medios posible para dar capacitación, información y cualificación a los profesores y profesoras.

 

Debemos hacer una separación  entre los maestros y las maestras que están en las aulas y los que se están formando en las diferentes universidades. Por ejemplo, la revolución que debe hacerse con quienes se están formando en las universidades, ha de consistir en entrenar a los formadores de formadores, revisando todos los currículos y los pensum,  dándoles cursos especiales en matemáticas, ciencias sociales y ciencias naturales, entre otras asignaturas. Esto como una responsabilidad específica de las universidades que trabajan lo concerniente a la formación docente.  Y,  a los profesores y profesoras que están en las aulas, que son más de 75 mil, a través del  Instituto Nacional de Formación y Capacitación del Magisterio –INAFOCAM-- y el Instituto Salome Ureña y los demás recintos de formación, activar en un 100% una capacitación en acción, por todas las vías y modalidades que estén a nuestro alcance, mediante talleres, cursos, seminarios, postgrados, diplomados, etc. Deben hacerse en metodología y didáctica. Con cursos especiales de matemática, porque si no enseñamos a razonar y pensar a los maestros y a las maestras, entonces no les será posible transmitirles esos conocimientos a los alumnos y alumnas y lamentablemente las universidades no están brindando este tipo de capacitación.

 

Es oportuno convocar los doctores en matemática, a los que tienen maestría, a un evento abierto para que ellos nos ayuden a preparar los contenidos de diplomados para la educación básica y educación media, y formulemos en 10 semanas todos los contenidos, con videos, video-conferencias, etc. y contribuir así con nuestros maestros y maestras, quienes a su vez estarán en capacidad para formar a sus alumnos, sin olvidar que la matemática debe ser parte esencial en la formación a temprana edad, cuando realmente se aprende lo que se nos dice y enseña.

 

Incluso debemos aprovechar esta revolución para revisar hasta la forma en que se dan las pruebas nacionales, pues con ellas se rompió la parte en donde los jóvenes tenían que razonar los problemas que se presentaban y que ahora lo hacen con una simple selección, aunque no la descartamos pero optamos para que sea combinado.

Para toda esta revolución en le enseñanza de básica y media, deben usarse los recintos e invertir todos los recursos que sean necesarios. Es hora de redimensionar la enseñanza de la geometría que prácticamente ha desaparecido o está puesta en el programa de forma subliminal.

 

Capacitemos pues a nuestros maestros y maestras de forma adecuada, entusiasta, oportuna y con humildad,  poniendo en sus manos todas las herramientas, haciendo esto en el marco de sus escuelas, con democracia y participación y los resultados serán satisfactorios y por Dios, démonos plazos y les aseguro que comenzaremos a ver los cambios que tanto anhelamos.-

 

La autora es Educadora y fundadora de la ADP

 

 

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