Por: Nelly Amador
Considero pertinente para los tiempos actuales, dedicar esta reflexión para los jóvenes. A esa juventud, a nuestros muchachos de 15 años en adelante, quienes tendrán en sus manos el impulso definitivo para cambiar nuestro país, por lo que debemos decirles que lean, investiguen sobre nuestra historia, sobre nuestra cultura, para que vayamos haciendo los surcos que nos lleven a sembrar semillas sanas que paran frutos fuertes y firmes. Que profundicen en valores como la honestidad, la transparencia, la formación-capacitación haciendo ejemplos comparativos de las diferentes situaciones. Que aprenden a interpretar los hechos, que rechacen las cosas que llegan a nosotros sin sacrificios o de manera fácil. Que no tengan temor en participar en las actividades que necesita esta sociedad como movimiento verde, participación en la política haciéndolo para impulsar el beneficio de todos, no en beneficios personales, que precisamente es la causa de que estén las cosas como están. Aspirar y trabajar para que las instituciones se manejen con transparencia, que los funcionarios sean para servir, no para servirse. Defender que nuestros recursos sean bien invertidos, debemos participar, también, en defensa de nuestro medio ambiente, nuestros ríos, montañas, minas.
Nuestros jóvenes deben analizar en grupos, en las escuelas, en las universidades, en tertulias, utilizando las redes sociales, la situación que está pasando hoy con nuestros políticos y funcionarios.
Analísenlo y que la conclusión no sea el resguardarse, el retraerse, en coger miedo a la participación, sino por el contrario, involucrarse siempre planteando una práctica diferente, vinculado a la gente, asumiendo los problemas colectivos, construyendo en cada acción la visión del futuro y la sociedad que merecemos.
¡Jóvenes, la pelota está en su cancha, es el tiempo del relevo generacional!
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