¿Adónde estaba la Cámara de Cuentas?

POR RAFAEL NINO FELIZ

Margarita Melenciano es el único miembro de ese "organismo", desacreditado, que se ha apretado las pantaletas para defender a su pueblo y denunciar las irregularidades y las complicidades de esa "institución", que no es cámara ni tampoco cuenta.

 

Acaba de pasar una época de saqueo público, brutal y a la franca, de los fondos públicos. ¿Adónde estaba la Cámara de Cuentas en el pasado gobierno? Sencillo. Estaba adonde siempre ha estado, de por vida.

La gente que se informa sabe, mejor dicho, conoce muy bien, a los miembros de esa institución que no ha reaccionado en privado ni públicamente sobre los actos de corrupción que han ocurrido en el país. Su pretexto es simple y sencillo: "no teníamos dinero para investigar". Ya ustedes saben cómo le llamamos en el barrio a ese cuento que nos cuentan.

Margarita Melenciano es el único miembro de ese "organismo", desacreditado, que se ha apretado las pantaletas para defender a su pueblo y denunciar las irregularidades y las complicidades de esa "institución", que no es cámara ni tampoco cuenta.

La Melenciano, como le llaman con respeto, es un ejemplo para nosotros cuando ella ha actuado con dignidad en otros lugares en los que le ha tocado también defender el interés nacional. Por justicia, ella debería ser otra vez miembro para seguir dando ejemplo y cátedra de moral ciudadana.

Todos sabemos que algunos miembros de la Cámara de Cuentas han sometido sus expedientes al Congreso Nacional repostulándose para seguir a caballo. Esa es una estrategia muy conocida en los grupos corporativos. Ellos tienen los recursos y el propósito de permanecer allí. Así actúan cuando se hace necesario y urgente seguir controlando un espacio estratégico de las instituciones. Ojo!

Es bueno reconocer que, independientemente del cuestionamiento que hace la sociedad a los miembros de la Cámara, existen personas honestas que trabajan allí y que han demostrado su valentía en defender los intereses del pueblo. Ellos -y los hay que aspiran- deberían ser tomados en cuenta en sus aspiraciones. Le toca al Congreso Nacional indagar sobre ese asunto

 

 

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